Con la mística de la tradicional fiesta de San Juan, conocida por sus juegos y atracciones, ciudadanos autoconvocados se manifestaron alrededor del mediodía frente a la sede central de Asunción de la FGE.
“Vinimos a hacer nuestro tradicional San Juan de los corruptos. Los ‘juegos tradicionales’ ahora son ‘robos tradicionales’, el ‘paila jeheréi’ ahora es ‘media jeheréi’, los ‘chupamedias que abundan en el Paraguay’. También está el ‘toro candil’, que ahora vamos a cambiar por el ‘hendy kavaju resa’. Está la cárcel, que es una cárcel vacía, donde anteriormente se le metía a los ladrones y ahora vamos a cambiar por una cárcel vacía, porque ahora la cárcel está vacía de corruptos”, explicó Cándido Brizuela, uno de los manifestantes.
Una de las particularidades de la movilización que más llamó la atención fue el muñeco de Judas kái con el rostro de Horacio Cartes, expresidente de la República y actual titular de la ANR.
“El Judas kái que ahora representa a la prostituida justicia, que es Horacio Cartes, que maneja la justicia en el Paraguay, y también la diosa Astrea, que es la diosa de la justicia, que en vez de trapo negro, usa un paño pytã (rojo), porque el Partido Colorado, a través de Horacio Cartes, está manejando la justicia. También tiene una balanza en la que tiene las leyes y la Constitución Nacional, de un lado y del otro lado hay dinero mal habido”, señaló.
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Usan Judas kái con la cara de Cartes
Los manifestantes exigen que la justicia en el Paraguay se maneje de manera libre e independiente. “¿Quién es Horacio Cartes? Horacio Cartes es un mafioso de la República del Paraguay, un delincuente que fue a Tacumbú por estafar US$ 34 millones al Estado paraguayo y después pagó a un juez para que se le libere y es reconocido mundialmente por su forma de actuar moralmente, por criminal. Fue declarado por Estados Unidos como significativamente corrupto“, denunció Brizuela.
Brizuela contó que estuvieron aproximadamente 10 personas en la movilización, pero destacó que si bien fueron pocos, hicieron bastante ruido.
Detalló que varios policías, además de cuatro patrullas, los custodiaron todo el tiempo, aunque no se registraron altercados ni forcejeos.
Sin embargo, dijo que algunos guardias permanentes de la FGE les quisieron amedrentar. Quienes pasaban por el lugar les apoyaban con bocinas y aplausos, concluyó.