Las goteras en un pabellón con 10 aulas interrumpen el aprendizaje de los alumnos de la Escuela Acosta Ñu de San Lorenzo.
Si bien se realizan los trabajos “parche”, con el aporte de los padres, la infraestructura no aguanta por lo vieja que está, asegura Zilda Gonzaga, coordinadora.
“Las maderas de las vigas se humedecen y se convierten en un peligro para todos. En días de lluvia los padres ya no envían a sus hijos porque se van a mojar todo en el aula”, indicó.
Agregó que los reclamos y solicitudes de arreglo se realizan cada año ante el Ministerio de Educación, pero no tienen respuesta a este problema de años.
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Son 621 alumnos afectados en el turno diurno, en el mencionado bloque de aulas, mientras otro grupo del horario de la noche y de otro bloque de aulas sufren una situación similar.