Las últimas lluvias caídas en el departamento de Ñeembucú volvieron a dejar aisladas a numerosas comunidades, poniendo en evidencia la histórica falta de caminos de todo tiempo y, sobre todo, de voluntad política de las autoridades departamentales y nacionales.
Vecinos de las compañías Laguna Itá, Otazú y Ciervo Blanco quedaron nuevamente incomunicados debido al deterioro de los accesos tras las lluvias.
Aseguraron que desde hace años vienen exigiendo soluciones reales, pero que, hasta el momento, solo recibieron perfilados que resultaron insuficientes.
A esta situación se suman los reclamos de pobladores de la compañía Paso Typy, en el distrito de Guazucuá, donde los caminos se convierten en un verdadero lodazal cada vez que llueve. Las dificultades impiden el acceso a servicios básicos, especialmente a la educación.
“La situación es insostenible. No sabemos cómo explicar más a las autoridades. Por lo menos pedimos que levanten el terraplén. Hubo tiempo durante la sequía, pero no hay voluntad política”, lamentó Junior Maidana, vecino de Laguna Itá.
En Paso Typy, docentes hacen enormes sacrificios para llegar a las escuelas. El intendente de Guazucuá, Eutilio Riveros (PLRA), expresó que el municipio hace lo que puede con los escasos recursos que tiene.

Indicó que se cambiaron algunos puentes y se mejoró el terraplén, pero aclaró que la solución definitiva sería el ripiado completo.
Los pobladores reclaman desde hace bastante tiempo a las autoridades el mejoramiento de los caminos rurales, con diversas manifestaciones.
Incluso cerraron la ruta PY19, en el km 30, desvío a San Juan de Ñeembucú, solicitando una solución definitiva al problema vial.
También mantuvieron una reunión con el gobernador de Ñeembucú, Víctor Hugo Fornerón (ANR), pero no obtuvieron respuestas concretas, mencionaron.
Ante los cuestionamientos, el secretario de Obras Públicas de la Gobernación, Rolando Espinoza, aseguró que la próxima semana el gobernador anunciará intervenciones en las zonas afectadas.