La artritis reumatoide y los desafíos del invierno

El frío es un desafío importante para los pacientes con artritis reumatoide y, con la llegada del invierno, el dolor y la rigidez articular, empeoran. El doctor Rodrigo Acosta, especialista en clínica médica y reumatología, explica cómo afrontar las bajas temperaturas.

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Las bajas temperaturas intensifican el dolor y la rigidez articular. Archivo, ABC Color

El invierno inicia este sábado 21 de junio, pero en Paraguay las bajas temperaturas se registran desde hace varias semanas, siendo este clima gélido un desafío para las personas con artritis reumatoide. El cambio de estación y las bajas temperaturas pueden intensificar el dolor y la rigidez articular, afectando significativamente la calidad de vida, indican desde la Asociación Guerreros de la Artritis (AGA).

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a las articulaciones, causando inflamación, dolor, hinchazón y rigidez. Aunque no existe una relación directa entre el frío y el avance de la enfermedad, los síntomas se agudizan con las bajas temperaturas, provocando esto dificultad en la movilidad y las actividades cotidianas.

El doctor Rodrigo Acosta, especialista en clínica médica y reumatología, habló sobre la importancia de una preparación adecuada para los días de invierno. “Muchos de nuestros pacientes experimentan un recrudecimiento de sus síntomas durante el invierno. El frío puede generar una contracción de los vasos sanguíneos y un aumento de la sensibilidad al dolor en las articulaciones. Por ello, es crucial adoptar medidas preventivas y mantener un seguimiento médico riguroso”, sostiene.

Artritis reumatoide ¿cómo enfrentar el invierno?

El especialista, miembro de la Sociedad Paraguaya de Reumatología, explicó que para enfrentar la estación invernal, es esencial que la persona con artritis mantenga el calor corporal. Indicó que es importante vestir con ropa acorde, usando guantes y medias abrigadas, además de bufandas, a fin de fortalecer la buena circulación.

“Recomiendo ejercicios de bajo impacto, como caminatas moderadas en espacios cerrados, para mantener la movilidad articular. Recordar que la clave es la constancia, siempre adaptando la intensidad al estado de cada paciente”, expresó.

El médico añadió que también es importante complementar el cuidado con una alimentación equilibrada y buena hidratación, para reducir la inflamación. Además, dijo que es de esencial respetar las indicaciones médicas.

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