“Industria del abigeato”: Yegreños también son víctimas sistemáticas de la delincuencia impune

En el distrito de Fulgencio Yegros, departamento de Caazapá, productores ganaderos denuncian una preocupante ola de abigeato que afecta de forma constante a sus establecimientos. Uno de los casos es el de la estancia José María, de la firma José María S.A., que posee unas 2.000 hectáreas destinadas a la ganadería. Según su representante, el empresario Óscar Zorraquín, los robos de ganado ya no son hechos aislados, sino acciones sistemáticas y organizadas.

Yegreños denuncian ser víctimas de la "Industria del abigeato".
Yegreños denuncian ser víctimas de la "Industria del abigeato".

La localidad de Fulgencio Yegros, en el departamento de Caazapá, también enfrenta una creciente ola de abigeato que afecta directamente a establecimientos productivos de la zona.

El empresario Óscar Zorraquín, en representación de la firma José María S.A., denunció que el delito se ha vuelto prácticamente sistemático, operando con lo que considera una organización delictiva estructurada y bien coordinada.

Según relató, la estancia José María —con una superficie de aproximadamente 2.000 hectáreas destinadas a la ganadería— ha sido blanco constante de grupos que ingresan al predio y sustraen varios animales vivos, en lo que se presume es una cadena de comercialización paralela.

Indicó que ya no se trata de faenas improvisadas como antes; ahora se llevan los animales enteros y desaparecen sin dejar rastros.

La propiedad colinda con las compañías Mbarigui y General Colmán del mismo distrito, donde existen zonas boscosas y cauces de agua que facilitarían el ingreso y posterior ocultamiento de los delincuentes. Especulan que los accesos naturales se han vuelto rutas de escape para estos grupos, lo que dificulta su detección incluso con vigilancia reforzada.

El empresario indicó que si bien históricamente se han registrado casos esporádicos de abigeato en la zona, el patrón delictivo cambió drásticamente en los últimos meses.

“Antes ingresaban de noche, faenaban en el lugar y dejaban los restos. Ahora llevan los animales de a dos o tres y creemos que tienen carnicerías o comercios donde colocar, por eso no se encuentran ni los restos”, denunció.

Los semovientes son llevados de a dos o más sin dejarse rastro alguno.
Los semovientes son llevados de a dos o más sin dejarse rastro alguno.

La situación ha llevado a aumentar los costos operativos de la estancia, que se vio obligada a reforzar su seguridad con más personal y vigilancia nocturna. Sin embargo, esto no ha frenado la actividad delictiva.

Zorraquín aseguró que las denuncias han sido presentadas de forma reiterada ante la comisaría jurisdiccional, pero con resultados nulos. Manifestó que ni la policía ni el Ministerio Público han dado respuestas efectivas y ya perdió la cuenta de cuántas veces informaron los hechos este año.

El ganadero también se refirió a algo calificable como “industria del abigeato”, similar a la situación vivida en distritos vecinos como Yuty, donde ya se habían reportado casos que evidencian una red organizada para la reducción de ganado. En ese contexto, solicitó la intervención urgente de autoridades regionales y nacionales antes de que los hechos se vuelvan aún más frecuentes y violentos.

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