Durante la ceremonia, la viceministra de la Niñez y Adolescencia, Dra. Diana Verónica Argüello, instó a las familias, docentes e instituciones a comprometerse activamente en la prevención del abuso infantil. “La protección empieza en el hogar y debe extenderse a las escuelas y a toda la sociedad. Muchas veces el abuso no es visible, pero deja señales. Hay que estar atentos”, afirmó.
Argüello también pidió a la justicia aplicar penas ejemplares a los abusadores, y recordó que la campaña nacional “Todos Somos Responsables”, impulsada por el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, tiene como lema este año: “No todo es lo que parece”. La campaña busca fomentar la detección temprana, la denuncia y la responsabilidad colectiva.
La viceministra alentó a las instituciones educativas a utilizar las guías preventivas de la campaña, y subrayó la importancia de trabajar en conjunto con las familias y comunidades. “No debe ser una acción simbólica una vez al año. La prevención debe ser constante, en cada hogar y aula”, expresó.
De acuerdo con datos del Ministerio Público, entre enero y mayo de 2025 se registraron 1.305 casos de abuso sexual infantil, lo que representa entre 8 y 9 víctimas por día. El 90 % de las denuncias provinieron del ámbito educativo, lo que resalta el rol clave del personal docente en la protección de la niñez.
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Enseñar las señales de alarma
El intendente de Yaguarón, Dr. Luis Rodríguez, también se dirigió a los presentes con un mensaje contundente: “Nuestros hijos deben tener grabadas las señales de alarma. Deben saber qué zonas nadie debe tocar. Esa información puede defenderlos cuando estén solos ante una amenaza”.
Para denuncias o asistencia, se recordó la disponibilidad del Fono Ayuda 147, con cobertura nacional, así como la línea de emergencia 911.
Antecedentes del caso
Felicita vivía en condiciones humildes y ayudaba a su madre vendiendo mandarinas casa por casa. El 31 de mayo de 2004, luego de asistir a la escuela, salió a vender frutas y nunca regresó. Su cuerpo fue hallado al día siguiente en las cercanías del Cerro Yaguarón, con signos de abuso sexual y asfixia. El crimen conmocionó al país.
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El principal sospechoso, Fredy Antonio Florenciano Brítez, un vecino de la zona, jamás fue detenido y permanece prófugo hasta hoy. A pesar del paso del tiempo, el caso sigue impune, y ni siquiera se cuenta con una fotografía actualizada del presunto autor. La ausencia de justicia continúa siendo una herida abierta para su familia y para toda la comunidad.