En el distrito de Santa Rosa del Aguaray, la comunidad del Colegio Nacional de Cororõ’i logró la reposición del rubro para dirección tras una semana de toma de la institución. El reclamo llevaba tres años sin respuesta, hasta que la medida de fuerza obligó a la intervención de autoridades educativas y a la resolución del caso.
Unos 300 alumnos estaban sin clases en Cororõ’i, y fue solo tras la asignación oficial del rubro que la comunidad decidió levantar la protesta y retornar a las actividades escolares.
En paralelo, la comunidad educativa de Tava Guaraní mantiene un emplazamiento de 15 días al MEC, tras haber bloqueado parcialmente la ruta PY11 y tomado su institución. Exigen aulas propias, mobiliario, acceso a internet y rubros docentes, condiciones mínimas aún ausentes en gran parte del sistema educativo local.
En los distritos de Lima y Nueva Germania también se reportan logros tras protestas similares. En Lima, se mantiene una tregua en espera de la asignación de rubros. En Nueva Germania, se consiguió la reposición de un cargo docente tras una movilización organizada por padres y docentes.
Lea más: MEC plantea cambios en la Ley de Educación Inclusiva
La falta de una política educativa integral obliga a las comunidades a imponer la agenda con medidas extremas, dejando en evidencia la precariedad del sistema: falta de aulas, internet, bibliotecas y mobiliarios escolares.
Respecto a los denominados “muebles chinos”, el reclamo sigue vigente: de los 22 distritos de San Pedro, solo tres recibieron mobiliarios, y en ninguno de ellos se alcanzó el 100% de cobertura.
La educación pública en San Pedro sigue luchando contra el abandono estatal, y es gracias a la organización comunitaria, que se logran avances puntuales, mientras se espera aún una respuesta estructural por parte del Gobierno central.