Con el lema “Diseñando la sociedad del futuro para nuestras vidas”, esta exposición internacional reúne a países, empresas, organizaciones y ciudadanos de todo el mundo para intercambiar ideas sobre salud, sostenibilidad e innovación. Nuestro país cuenta con un espacio dentro del distrito temático “Connecting Lives”. El “Día Nacional de Paraguay” en la Expo se celebra con una programación especial que incluye presentaciones oficiales, actos protocolares, expresiones artísticas.
El evento que se llevó a cabo hoy, lleva el nombre de: “Kuña Guapa: Legado de Fortaleza y Reconstrucción”, con el propósito de visibilizar el rol histórico, cultural y social de la mujer paraguaya, destacando su valentía, determinación y protagonismo en la historia del país, indicó la primera dama de la Nación, Leticia Ocampos.
“Queremos contar al mundo quién es la mujer paraguaya, cuál fue su legado en los momentos más difíciles de nuestra historia y cómo hoy continúa liderando procesos de transformación”, expresó.
La actividad central fue un desfile artístico de alta costura, en el que modelos y bailarinas al ritmo de la guarania, recientemente declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, lucieron vestidos confeccionados con textiles típicos del Paraguay.
Diseñadores y artesanos
Emma Viedma, asegura que su trabajo busca resaltar la historia de una heroína de la Guerra del Chaco, que se atrevió a desafiar las leyes marciales, y se hizo pasar por hombre, porque en ese entonces era prohibido combatir como soldado mujer.
Fluidez femenina interna: representada por un enterizo, con un tapado con líneas militares. Coraza: un tapado de organza translúcido y ñandutí.
También lleva un cinturón de cuero con detalles en filigrana (hebilla), flores en filigrana bordadas en la solapa (como la trama en la historia) y encaje de ñandutí.
El encaje está compuesto por 18 piezas de diferentes tamaños, se utilizó 7,500 metros de hilo en color natural con técnica tradicional.
El proyecto fue realizado en equipo por ocho familias de la ciudad de Pirayú.
Beverly kuhl comenta que “Raity Kuña” refleja el arraigo, la perseverancia y la permanencia femenina a lo largo del tiempo.
El encaje de ñandutí, hecho por la profesora Norma Martínez presenta diseños inspirados en la naturaleza, como el nido de abeja, Kai Ropepi (párpado de mono) y el arazape, la flor de guayaba.
Está compuesto por 16 piezas de diferentes tamaños y seis mil metros de hilo en color natural.
También se presentaron diseños que rinden homenaje a aquellas mujeres heroicas que, sin nombre ni apellido, como ángeles guardianes sostuvieron una nación en tiempos de guerra.
Este diseño es el primero en utilizar una técnica de bordado que tiene el nombre de arasa rogue y está combinado con ojos semicírculos con dechados de jazmín poty.
“En la espalda buscamos recrear alas de ángeles con bordados inspirados en nuestra flora. El encaje está compuesto por 14 piezas de diferentes tamaños, utilizando 4.500 metros de hilo color natural”, indican.
Fue creado en colaboración con artesanas de ñanduti, liderado por Norma Martínez en Asunción, Pirayú e Itauguá y el montaje a cargo de la modista Irma González.
Por su parte, Cecilia Fadul, presentó “Herencia de amor” a través del traje realizado con textiles artesanales.
Victoria Maluff, presentó el vestido “Las Residentas” es un tributo al rol heroico y resiliente de la mujer paraguaya.
“Celebra su fortaleza interior, su esperanza inquebrantable y su pureza, a través de una paleta que abraza los tonos blancos, tizas y beige, que evocan lo rural, lo esencial, lo hecho con las propias manos. El diseño toma forma con una cintura marcada por corsetería, símbolo de la mujer trabajadora, y una armadura que representa la fuerza con la que enfrentaron sus batallas”, manifiesta.
El trabajo de María Sonia Gauto es un vestido que lleva el nombre de “Manto de coraje”. Un traje con imponentes hombreras que simbolizan la armadura con la cual se vistió la mujer para enfrentar con valentía, coraje, y fortaleza tras la devastación de la Guerra de la Triple Alianza.
La majestuosa peineta y los brazaletes en filigrana simbolizan la belleza, el empoderamiento y emancipación de la mujer paraguaya, “la más gloriosa de América”.