¿Cómo tenemos que enseñar para que el alumno aprenda? es la pregunta que hace Laura Lewin, experta argentina en Formación Docente, para iniciar su planteamiento de “hackear” la educación tradicional y sacudir la sala de clases por completo.
“Que enseñes no significa que aprendan”, es una de sus frases más recurrentes para explicar a los docentes que, mediante el método tradicional muchas veces no se genera el proceso necesario para que los alumnos entiendan y procesen el contenido de los programas escolares.
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“Los chicos estudian, rinden, aprueban y al poco tiempo, se olvidan de todo. La idea es justamente que nosotros podamos conocer cómo funciona el cerebro para de esa manera capitalizar lo que pasa en el aula. Cuando un alumno está muy pero muy ansioso no puede aprender”, indica Lewin.
Neurociencia y escritura a mano, claves para aprender
La clave para comprender cómo funciona el cerebro, es que el docente se capacite sobre neurociencia, disciplina que ayuda a comprender cómo el cerebro aprende y funciona para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
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El “hacking” a lo tradicional incluye también, aunque parezca contradictorio, la escritura a mano, en la versión de la especialista.
“Los apuntes deben hacerse a mano, el estudiante debe tener su anotador, su cuaderno, porque escribiendo a mano se aprende, uno no olvida lo que escribe”, sostiene la educadora.

Sobre la tecnología, Lewin asegura que si bien es maravillosa para aprender, a la vez es un gran distractor en el aula. “Un alumno que está con el celular y que no está prestando atención, claramente no puede aprender. Entonces, primero y principal, el docente debe trabajar el vínculo con el alumno”, agrega.
¿Cómo debe ser el aula tras el hackeo a lo tradicional?
Para Laura Lewin, el cambio de paradigma no implica “implosionar el sistema”, sino que, más bien, empezar a incorporar herramientas que potencien el aprendizaje de los chicos.
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El aula debe incorporar trabajos en equipo, inventiva, que los alumnos aprendan a través de acciones o trabajos sobre el espacio y no solamente mirando hacia adelante al profesor explicando viajes del hombre a la luna, sostiene.
Otro punto central de su enfoque son las pausas activas, que implican por ejemplo, realizar un ejercicio o bailar en la sala de clases para retomar la concentración y evitar estar sentado cuatro o más horas.
La docente del vecino país brindó un par de talleres dirigidos a docentes en el Colegio Internacional de Asunción, el viernes, en el marco del aniversario 105 de la institución educativa de gestión privada.