Escuela de Ypacaraí en estado crítico: padres claman ayuda y organización juvenil responde

La organización juvenil “Levanta Escuela” acudió este sábado al llamado desesperado de padres de alumnos de la Escuela y Colegio El Divino Infante de Ypacaraí, ubicado en el barrio Palma. La institución se encuentra en condiciones deplorables y peligrosas para los estudiantes. En el lugar se realizaron trabajos de pintura y limpieza, pero se prevé para la próxima semana intervenir en las aulas que están en peligro de derrumbe.

La Escuela y Colegio El Divino Infante de Ypacaraí se encuentra en lamentables condiciones.
La Escuela y Colegio El Divino Infante de Ypacaraí se encuentra en lamentables condiciones.Faustina Agüero

Samuel Clevert, presidente de la organización, junto con su equipo de voluntarios, visitó la institución tras recibir el pedido de auxilio de la comunidad educativa. Al llegar, constataron una precaria infraestructura, con paredes agrietadas, pisos y puertas destruidas, goteras y sectores con riesgo de derrumbe.

“Es un ambiente triste e inaceptable para que los chicos estudien”, lamentó Clevert, quien resaltó la gravedad de la situación: no cuentan con agua potable, ni acondicionador de aire, ni comedor para los estudiantes, a pesar de estar incluida en la lista de las 4.000 escuelas que, según el Ministerio de Educación, se encuentran en condiciones óptimas.

La puerta se encuentra en este estado.
La puerta se encuentra en este estado.

¿Dónde está el ministro de Educación?

El dirigente cuestionó públicamente al ministro de Educación, Luis Ramírez, por considerar esta institución como una de las “escuelas en buen estado”.

Y se preguntó, ¿dónde está el ministro de Educación? “Para nosotros siempre va a ser la misma pregunta: ¿Esto es estar bien? ¿Que una escuela no tenga comedor, que tenga goteras, que no tenga seguridad?

¿Cuándo va a venir a escuchar a la gente de Ypacaraí y atender los reclamos de los padres?”, expresó.

Jóvenes de “Levanta Escuela” en acción en Ypacaraí

En la jornada de este sábado, se pudo observar al equipo de jóvenes voluntarios de la organización “Levanta Escuela” que ya iniciaron los trabajos de limpieza y pintura en la Escuela y Colegio El Divino Infante de Ypacaraí, ya que la institución atraviesa una penosa crisis edilicia.

“Empezamos limpiando y arreglando la cancha del patio que comparten la escuela y el colegio”, señaló uno de los voluntarios.

Además, anunciaron que la próxima semana tienen previsto encarar otros trabajos para intentar resolver algunos de los problemas estructurales más urgentes que se tienen.

Los jóvenes trabajan por el bienestar de las comunidades educativas.
Los jóvenes trabajan por el bienestar de las comunidades educativas.
Los chicos arreglaron y pintaron las paredes de las aulas que estaban ajadas.
Los chicos arreglaron y pintaron las paredes de las aulas que estaban ajadas.

Desde “Levanta Escuela” reafirmaron su compromiso de seguir luchando por el mejoramiento de las instituciones educativas del país.

Aseguraron que continuarán presionando a las autoridades para que se garantice a los niños y niñas un lugar digno donde estudiar.

Escuelas precarias en Paraguay: una deuda histórica con la educación

Paraguay arrastra desde hace décadas un grave problema de infraestructura escolar deficiente, con miles de instituciones educativas en condiciones paupérrimas y vergonzosas que ponen en riesgo diariamente a estudiantes y docentes.

De acuerdo a datos del propio Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), más de 4.000 escuelas y colegios requieren reparaciones urgentes, mientras que unas 700 instituciones presentan riesgo de derrumbe parcial o total. Las problemáticas más comunes incluyen techos con goteras, baños inservibles, falta de agua, instalaciones eléctricas peligrosas y aulas sin ventilación adecuada.

Esta situación se replica tanto en comunidades rurales como urbanas, donde las denuncias por aulas superpobladas, mobiliarios deteriorados y ausencia de comedores escolares son constantes, afectando directamente el aprendizaje y bienestar de los estudiantes.

Pese a los millonarios presupuestos asignados anualmente al sector educativo, la burocracia y los casos de corrupción han impedido que los recursos lleguen como corresponde a las instituciones que más lo necesitan, profundizando así una crisis histórica.

Mientras tanto, miles de niños y niñas siguen asistiendo a clases en condiciones indignas, sin acceso a una infraestructura mínima que les garantice seguridad, comodidad y una educación de calidad.

Organizaciones sociales, voluntariados juveniles y comunidades educativas continúan denunciando esta realidad y exigiendo al Gobierno una política seria y sostenida de inversión en infraestructura escolar, que permita saldar la deuda social que se tiene desde hace años y no se obtienen respuestas.

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