SINGAPUR. La estrategia de las “cuatro canillas” implementada por esta ciudad-estado ha dejado lecciones mundiales sobre el manejo eficiente del agua, algo que cobra mayor relevancia cuando hablamos de un contexto adverso, como el que experimenta esta isla. Su capacidad de resolver este déficit lo ha posicionado como un referente internacional en el acceso equitativo al llamado “vital líquido”.
Los casi seis millones de pobladores de esta ciudad-estado toman agua generada de la recolección de lluvia (con 17 embalses distribuidos en la isla), las desalinizadoras de agua de mar, la Newater (agua reciclada de alta calidad con un proceso de alta tecnología de tres pasos: microfiltración/ultrafiltración, ósmosis inversa y desinfección ultravioleta) y la compra de agua potable de Malasia (hasta un total de 250 millones de galones al día, según acuerdos que expiran en 2061).
De las cuatro estrategias, destacan dos que bien podrían replicarse en nuestro país si se tuviera la voluntad política y también la proyección a futuro en términos de desarrollo científico tecnológico.
A modo de ejemplo, Marina Barrage, la decimotercera represa y embalse de Singapur, cuenta con una infraestructura que sirve para tres propósitos: fuente de agua potable, zona de protección contra inundaciones (para las partes bajas de la ciudad) y uso recreativo.
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Lo destacable aquí es que en el lugar se mantiene un embalse lleno, incluso cuando la marea está baja y se asegura así la provisión del vital líquido para toda la población de esta isla que consume 1,666 millones de litros al día, lo suficiente para llenar 666 piscinas olímpicas.
Tecnología avanzada, lecciones para el Paraguay
Por otra parte, la tecnología utilizada en la producción de la Newater (agua nueva) es clave ya que la misma asegura la eliminación de impurezas, bacterias y virus. Aunque gran parte de esta agua reciclada es para la industria, parte se mezcla con agua de embalses y, después de un tratamiento adicional, se distribuye a las canillas de la ciudad como agua potable.
En un contexto en el que Paraguay se acerca comercialmente al sudeste asiático mediante Singapur, debería aprovechar la oportunidad para obtener conocimientos y procedimientos para invertir en la seguridad y gestión de sus muchas fuentes de agua.
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En ese aspecto, la clave está en las inversiones en tecnologías de reciclaje ya que sin un agua de calidad, difícilmente el país podría desarrollar otras industrias e iniciativas de cara al intercambio comercial con la “ciudad león”.