Doña Nena comentó que, a los 20 años, se independizó para seguir su propio camino, sacando adelante a su familia con amor, sacrificio y, sobre todo, con una visión clara: la educación como pilar del futuro. Cada día, su trabajo no solo fue una fuente de sustento, sino también una lección de vida para sus hijos y nietos, manifestó.
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La trabajadora del mercado municipal contó que, tras la muerte de su compañero de vida, Julio Flor, hace 21 años, quedó al frente del hogar. Sola, logró sacar adelante a sus cuatro hijos, dos de los cuales hoy son docentes: Fátima y Olga. Su hija Sandra es abogada, y su hijo Julio, estilista y maquillador. Todos ellos son profesionales, formados gracias al esfuerzo diario que su madre realizó en el mercado.
Dijo que la situación a nivel local no es nada favorable, ya que las ventas en el mercado han disminuido considerablemente. Atribuye esta situación a la falta de empleo, que tanto se necesita, especialmente para brindar oportunidades a los jóvenes.
Finalmente, Doña Ña Nena dejó claro que el estudio es la clave para un futuro próspero. En ese sentido, ofreció un mensaje lleno de sabiduría para la juventud: “Dedíquense al estudio, porque con él pueden lograr todo lo que se propongan. Ahí está el progreso para el Paraguay que vamos a tener el día de mañana. Los caminos del vicio son cortos, pero el conocimiento nunca se acaba, y es lo que los llevará lejos”.