Los pobladores de la comunidad indígena Pikykua experimentan la situación de infraestructura fallida desde el 2022 y lamentan no encontrar una respuesta contundente de las autoridades; unas de 2.200 personas entre niños y adultos que necesitan cruzar a diario el Río Aquidabán para estudiar, trabajar o vender lo que producen, se enfrentan al peligro, temor e incertidumbre, ya que ellos saben que la improvisada balsa que utilizan para atravesar el cauce hídrico, no garantiza seguridad alguna. Piden la construcción inmediata de un puente.

Celso Valiente, uno de los líderes de la comunidad, expresó que ya no pueden esperar más. “Pedimos encarecidamente a las autoridades centrales que nos ayuden, necesitamos un puente. Ya hubo personas que murieron y los daños materiales son diarios”, señaló y agregó que de no haber una solución al problema están dispuestos a cerrar la Ruta como medida de protesta.
Para docentes y estudiantes, el peligro es diario
El Lic. Francisco López, director del Colegio Nacional Pikykua, manifestó que son más de 10 docentes y varios estudiantes que todos los días deben cruzar el Río Aquidabán utilizando la precaria balsa, afrontando el peligro que ello implica. “En el 2018 se construyó un puente pero solo duró hasta el 2022”, lamentó el educador.
López, junto a la Lic. Elsira Aquino dirigen las 2 Instituciones educativas que funcionan en un mismo predio en la comunidad con una población compuesta por unos 300 alumnos desde el Nivel Inicial hasta el Bachillerato.
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Junta Departamental de Amambay pidió priorizar construcción de puente
En el 2023, la Junta Departamental de Amambay envió sendas notas al Ejecutivo Departamental y al Gobierno central pidiendo priorizar la construcción de un puente en la comunidad Pikykua, pero no hubo respuesta. El 25 de marzo de este año, la misma Junta Departamental realizó una declaración de “Interés departamental, la construcción de un puente” en el lugar para tratar de agilizar la ejecución de un proyecto.

Mientras el cuadro burocrático sigue su curso a paso lento, los pobladores de la comunidad indígena Pikykua dicen que ya no están dispuestos a esperar y claman por una solución al problema.