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Música, juegos, pero también mucha reflexión, unió a jóvenes católicos de distintos barrios de Asunción en la tradicional Pascua Joven. Ayer viernes, cientos de ellos compartieron momentos de mucha fe en tres de los más tradicionales puntos de encuentro de la capital: el Colegio Monseñor Lasagna, del barrio Rodríguez de Francia; la Parroquia Perpetuo, en el barrio General Díaz; y la Iglesia de Trinidad, en el barrio del mismo nombre.
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Con diversos enfoques, pero con una misma mirada, los jóvenes de estas parroquias reflexionaron sobre su presente y su futuro, en el marco de la realidad paraguaya y juvenil, en particular. El punto de mayor concurrencia fue, sin dudas, la iglesia de Trinidad, donde ayer viernes más de 300 jóvenes participaron de las actividades.
Además de compartir momentos de música y alabanza, los jóvenes trinidenses tuvieron espacios de reflexión y de encuentro con Jesús, para entender su pasión, muerte y resurrección, desde la perspectiva de los jóvenes de hoy.
Jóvenes, presente y futuro
Jóvenes católicos también tuvieron su lugar de encuentro, diversión y reflexión en el Colegio Monseñor Lasagna. Al rededor de 200 de ellos estuvieron presentes entre los días jueves y viernes y esperan una concurrencia aún mayor para este sábado.
Estudiantes de los colegios religiosos Monseñor Lasagna, Domingo Savio, María Auxiliadora y Palomino, además de jóvenes del barrio, aprovecharon la diversidad para conocer otras realidades en el contexto de su fe católica. Debido a la gran cantidad de personas que se inscribieron, los organizadores decidieron extender las actividades hasta el domingo.
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Este año, señalaron , el enfoque principal de las actividades está en la persona del joven y en su proyecto de vida. En ese sentido, explicaron que ayudan a los jóvenes a trabajar en la formación de su identidad, su personalidad, en la construcción de su vida afectiva y emocional, como una base sólida para su futuro.
Ayer viernes, los jóvenes se congregaron en el colegio para ir juntos a realizar el tradicional recorrido por las siete iglesias. Por la tarde, realizaron un encuentro personal con Dios. Los organizadores explicaron que este encuentro se trata de un acto penitencial en el que los participantes se encuentran personalmente con Dios, enfocados en su vida afectiva y emocional, para buscar esa construcción de su propia identidad. Esto, explicaron, resulta sumamente importante para jóvenes a partir de los 14 años, pero sobre todo para aquellos que están concluyendo su educación escolar para empezar la vida adulta.
Identificados con el dolor de Jesús
En la parroquia Perpetuo Socorro del barrio General Díaz, un centenar de jóvenes también participó de las actividades de Pascua Joven. Ayer viernes, por tratarse del día en el que se recuerda la pasión y muerte de Jesús, los jóvenes reflexionaron sobre el sentido de ese sacrificio.
Según explicaron los organizadores, por encontrarse ellos en una etapa difícil de la vida, caracterizada por grandes cambios, los jóvenes empatizaron rápidamente con el dolor y la entrega de Cristo.
Los responsables de las actividades señalaron que, al igual que Jesús, intentan formar a los chicos mediante el uso de parábolas, adaptando el lenguaje religioso al de los jóvenes de hoy. “Se divierten, pasan bien, son buenos chicos, de muchos contextos diferentes, pero que convergen, comparten y se conectan”, concluyeron.