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La situación del Paso Bermejo sigue siendo un desafío para el comercio fluvial paraguayo, mientras se buscan soluciones definitivas. Los trabajos de dragado continúan siendo la única alternativa para mitigar los efectos de la bajante y garantizar la continuidad del tráfico naviero.
“Las dificultades continúan en el paso Bermejo. Ya durante el mes de febrero se evidenciaron problemas muy serios. Si comparamos los datos de cierre del mes de febrero de este año con los del cierre de febrero del año pasado, vemos que hubo un poquito más del 14 por ciento menos de volumen que pudo ir y eso confirmado por nuestros asociados exportadores como por los armadores”, comentó Hugo Pastore, director Ejecutivo de la Cámara de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas.
“La dificultad es bastante compleja. El río Bermejo está trayendo muchísimo sedimentos. Continúan las lluvias en el cauce alto del Bermejo y como el río Paraguay está bajo, permite que las aguas del Bermejo entren sin freno dentro de su cauce, lo que hace que el problema sea serio”, agregó.
Luego señaló: “Ha sido importante la entrada en tarea de la draga Tarumá, una draga autopropulsada que permite trabajar en dragado sin cerrar el tránsito de las embarcaciones. Eso ha agilizado muchísimo el paso, pero igual sigue la congestión, los problemas y eso hace que el tránsito sea muy lento para los convoyes que van de bajada con carga, en nuestro caso con soja, y también los que vuelven vacíos o con cargas de importación”.
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“Este es el motivo por el cual tenemos este enorme atraso en nuestras exportaciones, que a su vez generan problemas localmente. Los puertos se llenan, los flujos de mercadería se enlentecen y hay menos movimiento de transporte terrestre. Esta situación tiene varios efectos colaterales”, remarcó.
Momento crítico en marzo
Ante la consulta de como estuvo la situación durante el mes de marzo, Hugo Pastore comentó: “Tuvo altos y bajos, pero hubo un momento crítico durante el mes de marzo, pero cuando entró a trabajar la draga se agilizó un poco más el cruce. Hoy estamos nuevamente con mucha congestión, pero los datos finales los vamos a tener al cierre del mes, pero es muy probable que cuando hagamos la comparación de marzo del 2024 y marzo del 2025, lo que ya vimos en febrero se mantenga o se acentúe”.
En cuanto a como se ve afectado el marcado, explicó: “Primeramente, están los contratos, donde se tienen plazos para entregar las cargas a los compradores y luego genera una serie de ineficiencias. Por el lado de los armadores, un convoy que podría hacer eventualmente un viaje por mes o un poquito más inclusive, pasa a no poder cumplir con esas metas y su programa de viajes del año disminuye”.
“Del lado de los exportadores, las cargas tienen que quedar en los puertos por más tiempo almacenados, lo que genera costos financieros y eventuales mermas. Lo que significa un impacto en todos los sectores, no necesariamente en la elevación en el precio, sino en la ineficiencia en los costos y la posibilidad de trabajo”, finalizó.