Carta Pastoral: Iglesia llama a construir esperanza y justicia en Paraguay

La Arquidiócesis de la Santísima Asunción presentó su nueva Carta Pastoral en el inicio de la Cuaresma 2025. Bajo el lema “Iglesia sinodal: peregrina de esperanza para la vida plena de nuestro pueblo, en Jesucristo”, el comunicado invita a reflexionar sobre el presente social, político y espiritual del país. Asimismo, pide perdón a las víctimas de diversos abusos en el ámbito de la iglesia.

El cardenal de Paraguay, monseñor Adalberto Martínez.
El cardenal de Paraguay, monseñor Adalberto Martínez.Juan Pablo Pino

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La Arquidiócesis de Asunción lanzó este 5 de marzo, Miércoles de Ceniza, su Carta Pastoral 2025. El texto, titulado “Iglesia sinodal: peregrina de esperanza para la vida plena de nuestro pueblo, en Jesucristo”, propone una hoja de ruta espiritual y social para los católicos paraguayos, en un año marcado por la preparación del Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco para 2025.

La carta, firmada por el arzobispo Adalberto Martínez, se presenta como una profunda invitación a caminar juntos como pueblo de Dios, a la luz del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia. En ella se hace un llamado a asumir la misión evangelizadora con renovado compromiso, pero también con mirada crítica y compasiva ante la realidad del país.

Uno de los puntos centrales del documento es la lectura de los “signos de los tiempos”. La Iglesia expresa su preocupación por los altos niveles de pobreza y desigualdad, que afectan a más del 50 % de la población paraguaya. Denuncia un sistema económico que prioriza la ganancia por encima de la dignidad humana y que profundiza las brechas sociales.

Asimismo, se advierte sobre el deterioro de las instituciones democráticas, el avance del crimen organizado y la persistencia de la corrupción. “No basta predicar una democracia formal”, señala la carta, reclamando una verdadera democracia participativa, con justicia independiente y con ciudadanía activa.

Iglesia insta a cuidar el medioambiente

La Iglesia también pone el foco en el cuidado del medioambiente. Condena el modelo extractivista que depreda los recursos naturales y exige acciones para preservar el agua, los bosques y los territorios indígenas. Se alienta a proteger la agricultura familiar y la cultura de los pueblos originarios, como parte de una visión integral del desarrollo humano.

A nivel cultural, la carta denuncia una “crisis de sentido” en la sociedad, marcada por la indiferencia, el individualismo y el descarte. Aun así, rescata valores profundamente arraigados en el pueblo paraguayo, como el jopói, la solidaridad y el amor al terruño.

Iglesia pide perdón por los abusos

La carta reafirma el papel central de la familia como base de la sociedad, y aboga por políticas públicas que garanticen salud, educación, vivienda y oportunidades dignas para todos. Se destaca la necesidad de una educación de calidad, orientada al bien común, y una pastoral activa en las escuelas y universidades.

También se condenan con firmeza los abusos cometidos dentro de la Iglesia y se asume el compromiso de construir una auténtica “cultura del cuidado”. La Iglesia se reconoce como “hospital de campaña”, cercana a los que sufren y activa en la denuncia de toda forma de violencia, corrupción e injusticia.

El protagonismo de los laicos y de los jóvenes

El documento hace un fuerte llamado a los laicos para que asuman su rol transformador en la sociedad. “La Iglesia no llega al poder político o económico, sino a través de los laicos”, afirma.

La Carta Pastoral reafirma el modelo de una Iglesia sinodal, en la que todos los bautizados comparten la misión de anunciar a Jesucristo y transformar la realidad desde el amor. Se alienta la corresponsabilidad, la escucha mutua, el discernimiento común y la acción decidida en favor de los más vulnerables.

En su conclusión, el arzobispo Martínez invita a todos los fieles y personas de buena voluntad a recibir esta carta como una guía para la reflexión, la oración y la acción concreta. “Queremos responder al llamado del Papa Francisco al compromiso con la reparación social que construya, sobre las ruinas del odio, la civilización del amor”, señala.

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