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A esta altura del año, pero en el 2020, los compatriotas que llegaban del exterior debía permanecer en cuarentena por Covid-19 en albergues antes de ir a sus casas, los negocios se mantenían cerrados y los controles en las calles era muy estricto.
Los colectivos del transporte público circulaban con extrema precaución. No podían tener más de 10 pasajeros dentro, todos debían usar tapabocas y las ventanas permanecían abiertas.
En caso de que algún pasajero padeciera un ataque tos era “invitado” a bajar o recibía los silbidos de otros pasajeros.
Los choferes del transporte público organizaban ollas populares en diferentes puntos del país. Muchos quedaron sin trabajo y reclamaban una fuente de ingreso para llevar el pan a sus hogares.
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Las manifestaciones no podían ser muy numerosas y se respetaba la distancia entre personas para evitar contagios masivos.
Los hoteles se organizaban y para operar como albergue de connacionales que llegaban del exterior durante esta cuarentena. Las medidas eran muy estrictas.
En esta imagen se aprecia el momento en que connacionales ingresan a un albergue tras su llegada de Estados Unidos.
Se desinfectaba el bus por dentro y fuera, así como a las personas, que eran rociadas con un líquido. Cumplian la cuarentena en albergues y antes de ir a la casa, debían dar negativo a la prueba del Covid.
Felices, los compatriotas se toman una foto antes de retirarse del albergue en el que cumplieron la cuarentena sanitaria obligatoria, en Areguá. Todos dieron negativo a covid-19.
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Alrededor de 40.000 personas se quedaron sin fuente laboral desde que comenzó la cuarentena y los locales comerciales quedaban sin inquilinos.
Paralización total del comercio en la zona fronteriza de Ciudad del Este, en el departamento de Alto Paraná, así como en todo el país.
La Policía Nacional realizaba controles en las principales calles y avenidas del país. Los denominados “esenciales” debían portar un documento que los habilitaba a circular.
Los comerciantes intentaban sobrevivir a la crisis económica y atendían a puerta cerrada, con el mínimo de personal.
También la iglesia se tuvo que adaptar las condiciones de resguardo para evitar contagios, por lo que las ceremonias se realizaban en lugares al aire libre y se transmitía por redes sociales.