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Una asegurada del Instituto de Previsión Social (IPS) llegó hasta la unidad sanitaria de la previsional de la localidad de San Antonio, con problemas en la respiración, en donde recibió la atención adecuada, pero debía ser trasladada hasta la central y no se tenía ambulancia.
La paciente, Liliana Ayala, de 52 años, con problemas renales, llegó pasada la medianoche hasta la unidad sanitaria de San Antonio y fue asistida con respirador manual por los profesionales, mientras se esperaba una cama de terapia en otro centro asistencial de la previsional.
“En San Antonio se hizo todo lo que se pudo, el problema fue la falta de ambulancia. Desde las 02:00 de la madrugada se solicitó el traslado, pero recién a las 8:30 de la mañana vino la ambulancia para ser trasladada a la central”, expresó una sobrina, Gabriela Ruiz.
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Dijo que la vida de su tía estuvo en riesgo, porque en San Antonio no tenían los equipos necesarios y mucho menos para el traslado inmediato. Solo después de recurrir a la prensa y que sus familiares llegaron hasta la sede central, se logró conseguir una cama y el traslado.
Por su parte, el doctor de guardia, Juan Ramírez, indicó que la paciente llegó con la saturación muy baja y que fue intubada y con asistencia respiratoria manual, porque no se cuenta con respirador en la unidad sanitaria.
“Recibimos en la urgencia a una paciente con patología renal crónica con insuficiencia respiratoria, creemos que fue por una sobrecarga de líquido, porque estaba en sus días de diálisis, saturaba muy bajo y con criterio de intubación”, explicó el galeno.
La odisea que pasó la familia de la aportante fue terrible, incluso la ambulancia de SEME vino recién cuando se hizo el cambio de guardia de las 07:00, demostrando así que la vida de la paciente no importaba.
La unidad sanitaria de esta localidad no cuenta aún con laboratorio, solo realizan procedimientos básicos. Los estudios más complejos son llevados a otros centros asistenciales.
