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Lo que era un viaje de luna de miel terminó con un episodio de terror para los paraguayos José Benítez y Kathia del Puerto, hija del diputado Miguel del Puerto. Ambos se encontraban a bordo de la lancha que “se partió en dos” y se hundió en medio del mar en las Islas del Rosario, en Cartagena, el pasado domingo 2 de marzo.
La joven y su esposo relataron a través de un video compartido en redes que compraron los tiques para conocer Islas Palmas y salieron del hotel a las 5:30. Revelaron que casi cancelaron el recorrido porque José tuvo una intoxicación estomacal, pero ya habían invertido para esa actividad y decidieron de igual manera ir.
“Nos avisan que la lancha tenía un problema de motor. Íbamos a hacer un tour mientras nos cambiaban de lancha, al final no se cambió y se arregló nomás la lancha. Volvimos a salir para navegar hacia Isla Palma, eran 40 minutos de viaje y la marea estaba muy fuerte”, detalló.
El barco se partió en dos
Agregaron que el barco circulaba a gran velocidad en todo momento y el oleaje era muy fuerte, por lo cual varios pasajeros le reclamaron al capitán que viaje más lento. “El capitán iba a fondo, creo que demasiado quería llegar al destino. En una el barco salta y choca contra una ola (...) Frena un poco, pero después le metió con todo, tres minutos después vuelve a saltar y cuando cae vuelve a llevar la nariz por la ola, la nariz del barco se parte al medio, se abre, ahí todos quietos y empezó la gente a gritar. Kathia se quita la toalla (tenía el rostro cubierto por miedo) y ve que el barco partió en dos (sic)”, agregó José.
“El capitán dice ‘tranquilos, no se desesperen que el barco tiene bombas de aire’. Supuestamente, cuando dice eso se parte más el barco y empieza a entrar el agua”, agregó. Kathia señaló que el barco no tardó más de un minuto en hundirse.

Señaló que en esos segundos de terror, todos intentaron sostenerse del barco que quedó boca abajo, pero terminó hundiéndose por completo. “Nosotros fuimos los últimos en caer, empiezan a salir las cosas que flotaban, traté de agarrar una boya y estirar todas las cosas que salían a flote. La gente empezó a calmarse y nos empezamos a juntar”, detalló José.
Luego del hundimiento, estuvieron primeramente durante una hora y media a la deriva. “Imagínense una hora y media en mar abierto. No se veía nada”, relataron. Luego de ese tiempo pasó una lancha, pero los ocupantes no les vieron.
El pescador que desvió su camino
“Después de dos horas, pasó un pescador. Les gritamos y se quedó. Viene y dice que esa no era su ruta, que pasó por ahí porque había mucho viento y desvió nomás”, detalló el joven.
Kathia añadió que, en la desesperación, todas las personas intentaron colgarse de la lancha del pescador, que era muy pequeña para transportarlos a todos. “Había gente orando, gente llorando, vomitando, gente que se acalambraba, era desesperante”, resaltó.

Detallaron que algunos tenían teléfonos con los protectores para el agua y uno de los turistas logró tener brevemente señal. Llamaron al 911, pero desconocen si se activaron o no las alarmas.
Señalaron que el pescador no quiso dejarlos porque temía que las olas los alejen y sea difícil encontrarlos. Luego de un tiempo, lograron arrojar un ancla de la cual se sostuvieron mientras el pescador llevaba a los primeros rescatados, las personas más vulnerables, para luego volver con ayuda.
Durante un momento dado, tuvieron un problema y el oleaje empezó a alejar a algunos de los turistas, por lo que los pocos que sabían nadar tenían que ir a socorrerlos para que nadie se pierda. Entre ellos se encontraba José, quien tuvo que dejar a su esposa sostenida por la boya para rescatar a las personas.
Durante una hora más, estuvieron esperando el rescate de la Armada. “Tres horas después llegaron a rescatarnos. Fue el pescador que volvió con dos lanchas más grandes, de la Armada”, añadió.
“Un gran susto para la familia”
El diputado Miguel del Puerto relató para ABC Cardinal que su hija y su marido llegaron esta mañana a Paraguay, luego de gestiones de la Embajada, pues perdieron todos los documentos en el naufragio.
“Fue un gran susto para la familia. Estuvieron tres horas en el mar, abandonados a su suerte. Para nosotros fue un milagro, están en el país gracias a Dios”, lamentó.
Agregaron que la embarcación aparentemente ya tenía una fisura antes de partir. Relató que su hija le contó los momentos de terror y cómo todo empeoraba porque su chaleco salvavidas le quedaba grande y ella no sabe nadar.
“Había cuatro personas de las más de 40 que sabían nadar, uno de ellos era el marido de mi hija, que en un momento dado tuvo que abandonarle para buscar a las otras personas. Las que sabían nadar buscaban a las que eran arrastradas por las olas, para mantenerse todas unidas”, destacó.
Finalmente, reiteró que consideran que están todos vivos gracias a un milagro.