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En relación al supuesto hurto del corpiño, ocurrido en el centro comercial “Ña Muñe”, propiedad de María De la Cruz López (ANR), el fiscal García de Zúñiga dispuso la detención preventiva de la empleada del local comercial Shirley Rocío Guerrero (26), domiciliada en este distrito, quien fue detenida e imputada por el hecho de hurto.
Asimismo, el primo de la empleada, identificado como Francisco Sebastián Guerrero (22), tiene orden de captura y se declaró su rebeldía. En las grabaciones del circuito cerrado de cámaras, se observa al joven recibir de la empleada un paquete que contenía un corpiño. El joven declaró que lo había solicitado como regalo y que posteriormente realizó una compra en el centro comercial.
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El fiscal solicitó medidas alternativas a la prisión preventiva, arresto domiciliario, para la empleada imputada. Esta mañana, la acusada se presentó ante el Juzgado de Garantía de Ybycuí, a cargo del juez Guillermo Ortega, para la imposición de medidas cautelares.
La defensora de los involucrados, Maura Brizuela, manifestó que esta situación causó indignación en la ciudadanía, porque hay varios hechos más graves que no atienden y este hecho de “robo bagatelario”, se actuó con rapidez.
La profesional del derecho no descarta que detrás exista influencia política por parte de la concejal colorada, quien estaría presionando sobre el tema, alegando que supuestamente estaba siendo víctima de constantes hurtos de sus prendas.
Agregó que la empleada fue privada de su derecho a declarar antes de ser detenida, y la fiscalía se basó únicamente en la declaración del primo, quien la señaló como autora del hecho. Según la defensora, se cometió un mal procedimiento y sorprende la rapidez con la que se actuó en el caso. Además, el corpiño en cuestión ya fue entregado a la policía por el primo de la joven y se encuentra como evidencia en la fiscalía.
La concejal asegura que también le robaron dinero
La concejal municipal María De la Cruz López (ANR) manifestó que Shirley Guerrero era una empleada de confianza en el local comercial “Ña Muñe”. Se percató de que actuaba junto a su primo Francisco Guerrero, quien no trabajaba allí, pero frecuentaba el lugar, para robar prendas de vestir y dinero en complicidad con su prima.
La trabajadora tenía prohibido cobrar por las mercaderías vendidas; sin embargo, ambos hurtaban de manera sistemática, causando un gran perjuicio económico. El delito fue descubierto gracias a las sospechas previas y a las grabaciones del circuito cerrado de cámaras del local, según alegó la concejal.
