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En comunicación con ABC Cardinal este jueves, Juan Ramón Martínez (ANR), intendente de la ciudad de Atyrá, comentó sobre la controversia generada por la autorización otorgada por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) para la perforación de un pozo para un barrio cerrado en el límite entre su localidad y la ciudad de Ypacaraí, que la Municipalidad de Atyrá buscará anular. Este barrio cerrado tendrá una “cristal lagoon” o laguna de cristal que se anuncia como la mayor del mundo.
El Mades y el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan) autorizaron la perforación de dos pozos –uno en Ypacaraí y otro en territorio de Atyrá- para la construcción de un lujoso barrio cerrado denominado Highlands Lagoon Lifestyle, que contempla la creación de un lago artificial y estará ubicado en el límite entre Ypacaraí y San Bernardino.
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La Junta Municipal de Atyrá inicialmente aprobó una solicitud de perforación superficial para la instalación de caños de distribución.
Sin embargo, unas 400 familias de la comunidad Zanja Jhu de la ciudad expresaron su inquietud ante la posibilidad de que las perforaciones acaben generando un desabastecimiento de agua en la zona y la Intendencia “acompaña la preocupación”, declaró el intendente Martínez, quien señaló que “estamos en crisis climática, en una sequía profunda”.
“Este tipo de emprendimiento hace excavaciones superprofundas, no es descabellado pensar que pueda estirar agua del entorno cercano; hay una preocupación genuina”, señaló.
Pedirán anular licencia del Mades
El jefe comunal convocó para hoy una reunión con la Junta Municipal en la que planteará la anulación de la resolución otorgada y anunció que acompañará a miembros de la comunidad Zanja Jhu en una visita al Mades para pedir la anulación de la licencia ambiental otorgada al emprendimiento del barrio cerrado.
“Apoyamos todo emprendimiento de desarrollo, pero este emprendimiento no beneficia a la gente de Atyrá”, dijo. “Si fuese en Atyrá el emprendimiento y beneficiara a los pobladores, procuraríamos defender y apoyarles”.
Afirmó que la situación es un “coletazo lateral” que recibe la Municipalidad de Atyrá, ya que esta no fue informada del proyecto de emprendimiento antes de que el Mades y el Erssan dieran sus aprobaciones.
“Estamos administrando un conflicto luego de haberse dado todas las licencias a esta empresa y recién nos enteramos”, lamentó.
Señaló el caso como un ejemplo de cómo “la centralización impacta en las comunidades”, ya que a menudo “la socialización de proyectos de esta envergadura no baja a estas comunidades y son las que sufren los impactos”.
“Se debería dar participación a las municipalidades”, insistió. “Se dirige Paraguay desde Asunción y muchas veces se cometen injusticias”.
“Necesitamos un relato convincente”
Enfatizó también la necesidad de que se muestre a la ciudadanía los fundamentos técnicos por los cuales el Mades y el Erssan otorgaron las licencias al emprendimiento y que estas sean sometidas a “juicio”.
“Los proyectos de inversiones muchas veces no tienen circuito de legalización formal, existen privilegios, la ciudadanía tiene razón en dudar inclusive de nuestros procedimientos como autoridades”, dijo.
El intendente Ramírez agregó que ni la comunidad ni la Intendencia están cerrados al proyecto, pero subrayó que es necesario que las autoridades centrales se tomen el tiempo para “explicar y convencer a la gente”.
“Nosotros no estamos cerrados al desarrollo, pero necesitamos un relato convincente”, concluyó.