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En pleno eje corporativo de Asunción, una zona que es visitada diariamente por numerosos turistas, la ciudad muestra una cara que no enorgullece al asunceno.
Desagües pluviales rotos, hormigones derrumbados, pozos urbanos y ramas en medio de las veredas son solo algunos de los elementos que componen el panorama en la zona hotelera más visible de nuestra capital.
El peatón o el ciclista que se desplaza cada día para llegar a sus actividades debe competir en una verdadera carrera de obstáculos y la más mínima distracción le puede ocasionar una caída en estas “trampas mortales”.
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Ciudadano en riesgo por falta de veredas
Con esta ausencia de inversión en infraestructura, Asunción está cada vez más lejos de ser una ciudad amigable con los peatones.
El mal estado de las veredas en zona de Aviadores del Chaco ya es todo un clásico y los que caminan deben arriesgarse a ser atropellados por vehículos que pasan a gran velocidad para poder avanzar.
En las escasas veredas que funcionan, el hormigón no es firme y se nota a simple vista que la superficie no está reforzada, por lo que el derrumbe puede darse de un momento a otro.
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Una carrera de obstáculos
La Dirección de Aseo Urbano tampoco recoge las ramas caídas, que obstaculizan el paso en las veredas.
Este es el escenario común que enfrenta el paraguayo que va a trabajar cualquier día de la semana en la zona que es “la cara bonita” de Asunción.