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El caso se conoció después de que una persona cercana a la familia de la víctima fatal llamara a un medio local para realizar una denuncia pública. El 10 de octubre pasado, el arquitecto argentino Ramón Alzo ingresó al país para someterse a una liposucción con el supuesto doctor Carlos Alberto Martínez Barreto. Tras la intervención, el paciente sufrió varias complicaciones y falleció días después.
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Lo extraño de este caso es que los familiares de la víctima fatal regresaron a Argentina con el cuerpo sin realizar ninguna denuncia formal ante la Policía Nacional ni la Fiscalía.
Ante esta situación, el fiscal de turno, Nelson Rolón, allanó esta tarde la supuesta clínica privada ilegal de Carlos Alberto Martínez Barreto, encontrando varias evidencias que podrían confirmar la denuncia informal realizada por una persona cercana a la familia de la víctima.
El fiscal Rolón explicó que durante el allanamiento de la clínica clandestina se encontraron varias habitaciones equipadas con camas individuales, baños privados, y una sala con equipos médicos y fármacos, los cuales fueron incautados para una mayor investigación.
Martínez Barreto afirmó que el lugar solo realizaba trabajos terapéuticos alternativos, y reconoció haber atendido al ciudadano argentino Ramón Alzo, aunque aseguró que este no falleció en el establecimiento.
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El fiscal indicó que hasta el momento no existe una denuncia formal y que se pondrá en contacto con los familiares de la víctima para repatriar el cuerpo a Paraguay y realizar una autopsia que determine la causa de la muerte.
Varios antecedentes de negligencia
En abril de 2019, Carlos Alberto Martínez Barreto fue denunciado por negligencia médica luego de que un paciente, Froilán Coronel, de 65 años, fuera operado de un supuesto cáncer benigno en uno de sus brazos. Tras la operación, Coronel empeoró y tuvo que ser tratado en el Instituto del Cáncer debido a las graves complicaciones que sufrió.
Días después, Martínez Barreto fue denunciado nuevamente, esta vez por la muerte de Del Pilar Sosa Reyes, una mujer de 67 años. El supuesto médico la diagnosticó con cáncer de páncreas y le pidió 1.000 dólares para un medicamento “a medida” que, según él, curaría a la paciente. Sin embargo, Sosa Reyes empeoró rápidamente y falleció.
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En 2021, Martínez Barreto fue denunciado por otro caso de negligencia, esta vez relacionado con la muerte de una mujer de 28 años de Alto Paraná, quien falleció tras un aborto practicado por él en su clínica clandestina en Caaguazú.
A pesar de las múltiples denuncias en su contra, los casos no han sido cerrados por la Fiscalía hasta la fecha.