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Cultivada, cosechada y consumida en su mayoría en Paraguay, Brasil, Uruguay y parte del territorio norte de Argentina, la yerba mate suma adeptos en distintos países del mundo.
La fecha de hoy busca dar protagonismo a una de las bebidas paraguayas más tradicionales, que forman parte de la identidad nacional y que además fomenta los vínculos sociales y culturales.
“El ritual guaraní de consumir mate como reunión social continúa hasta nuestros días”, había explicado la sommelier argentina Alejandra Lapietra a una publicación de la revista National Geographic.
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La comunidad científica la denominó “Ilex Paraguayensis”. El arbusto de suelo subtropical y de hojas verdes intensas pasó por numerosas investigaciones que permitieron conocer sus cualidades entre las que destacan las medicinales y fitosanitarias.
Varias publicaciones científicas sostienen que la yerba mate contiene varias propiedades, vitaminas, antioxidantes y ciertos tipos de minerales. También se presenta como alternativa al café y otras bebidas energizantes.
“Monedas de la tierra”
El geógrafo Fabricio Vázquez comentó que la relación de la yerba mate con el Paraguay es de muy larga data. “Tempranamente ya los españoles que estaban acá en lo que después fue la Provincia del Paraguay -y como convivían con los indígenas- empezaron a probar su práctica. La yerba mate fue fue incorporada a la dieta primero, y después a la economía porque el único mercado disponible de entonces eran los regionales. Era un producto indígena cultivado con prácticas culturales, ancestrales, en su preparación”.
Con el correr de las décadas, el consumo se fue expandiendo y surge la posibilidad de comercializar la yerba, relata Vázquez, considerando las dificultades geográficas. “Con Paraguay en el centro del Continente era muy difícil exportar, así como la producción misma. Había que ir a los yerbales naturales. Por mencionar una ubicación, límite entre entre Concepción, San Pedro y Canindeyú. En 1600 aproximadamente, los jesuitas llevan las plantas a Itapúa y alli comienza un poco lo que sería el proceso productivo”.
“Y plantan artificialmente en Itapúa, es decir, no había yerba mate en Itapúa, pero ellos plantan, pero ahí esto también es importante. Primero el negocio empezó con la extracción, las plantas ya estaban y se cortaban las hojas y se hacía todo el procedimiento y después, como el negocio iba creciendo y va cambiando de tamaño, de envergadura, el negocio, se comenzó a plantar, entonces es un proceso productivo”.
Impacto económico
Hoy existe toda una industria yerbatera y con una cadena de distribución que llega a numerosos países. La base de todo esto se remonta a los orígenes, comenta Vázquez. “El impacto fue tal que para una provincia aislada situada en la periferia, en las márgenes de la ocupación de los españoles y que tenía Buenos Aires como puerto principal, el hecho de que se pueda producir y exportar algo era importantísimo. Era una de las pocas fuentes de ingreso de dinero, junto al tabaco”, si bien “era un dinero de poco uso corriente en Paraguay”.
Recuerda que el “Paraguay era tan pobre o los intercambios económicos eran de tan baja intensidad que no había moneda. No había dinero suficiente, no corría dinero en Paraguay. Entonces la yerba mate era moneda. Se le llamaba monedas de la tierra: primero fue el algodón, después durante mucho tiempo fueron la yerba mate y el tabaco. Incluso entonces fue clave, como una de las primeras actividades extractivas. Un tiempo después se impulsaron varias políticas públicas”, añade el geógrafo.
Otro punto a destacar de los vínculos históricos de la yerba mate con el Paraguay en dos momentos claves. “Durante todo el periodo colonial y luego el independiente la yerba mate se convirtió en el principal rubro de exportación, incluso en parte del siglo XX”, concluye Fabricio Vázquez.
Hábito de consumo
El hábito de consumo de la yerba se fue adaptando igualmente a la cotidianidad y los tiempos modernos del consumidor.
Esto refleja el interés de la industria por expandir la oferta. Productores y todos los que participan de la cadena de distribución hasta llegar al consumidor final ofrecen innovadoras opciones de presentación y propuestas para tener siempre a mano la yerba.
Como tereré, mate o infusión. La versatilidad de esta yerba de origen ancestral es otra de las características muy apreciadas. Incluso fueron adaptadas para la elaboración de tragos especiales para acompañar menús de alta gastronomía.
Se le atribuyen además múltiples beneficios para la salud, así como su aporte para el aumento de la energía y la concentración.
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El futuro del sector yerbatero es prometedor debido a que la yerba trasciende fronteras hasta llegar a todos los continentes. Se estima que la demanda global crecerá al menos un 5% en la próxima década.
Entre las principales novedades del rubro está el auge de la producción de yerba mate orgánica para responder a los requerimientos de segmentos claves con la posibilidad de llegar a nuevos mercados.
En la cadena de producción también el sector prioriza el respeto a la naturaleza, considerando vital la conservación y el crecimiento sostenibles.