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Milan Alexander cumplió 11 meses conectado al “Berlin Heart”, también conocido como corazón artificial, el pasado el 26 de setiembre. El niño tiene solo seis años y está a punto de cumplir 12 meses conectado a dicho aparato para poder vivir, a la espera de un donante.
“Hay días en que está bien y otros días en que no quiere saber nada de nadie, quiere volver a su casa, estar con su hermana, jugar con sus primos... Hay días en que está mejor y días en que no dimensiona si es de día o de noche, de tanto que está encerrado en el hospital”, lamentó Andrea Ovelar, mamá de Milan.
Relató que estos 11 meses han sido muy difíciles, sobre todo para él. “Ya se cansa e inclusive ya empieza a usar palabras que nunca pensé escuchar de él, decir que ya se quiere morir, que ya no quiere más aguantar, que sufre mucho”, relató con la voz entrecortada.
La mamá, desesperada, indicó que solo piden una segunda oportunidad para su pequeño, pues pese a toda esta situación todavía tiene muchas ganas de vivir. “Lleva 11 meses luchando, aguantando muchísimas cosas. Él solamente tiene seis años y un corazón nomás pedimos. Que digan ‘sí’ a la donación de órganos, porque sin eso no vamos a poder salir, Milan no va a poder salir del hospital”, exhortó.
Cuanto más tiempo pasa, más difícil será la cirugía de Milan
La doctora Nancy Garay, jefa de Cardiología del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, detalló que no hay muchos cambios respecto a la situación clínica de Milan. Sigue estable, pese a su patología y a estar conectado al corazón artificial.
“Tiene una cardiopatía en estado totalmente terminal, por esa situación se le conectó al Berlin Heart, infelizmente. A pesar de ser un chico grande y un grupo sanguíneo muy frecuente, no hemos podido hacerle el trasplante porque no ha habido donantes compatibles, hubo donantes, pero los corazones no estaban en condiciones de ser trasplantados”, reveló.
La doctora señaló que la situación es muy complicada, pues pese a que Milan recibe asistencia psicológica, es una carga emocional muy fuerte llevar un año encerrado en un hospital, un espacio que no es adecuado para el desarrollo y crecimiento del niño.
Explicó que no es “lo ideal” que un niño pase tanto tiempo conectado a este aparato, pues para recibirlo tuvo que ser sometido a una compleja cirugía, que debe repetirse cuando llegue el donante. “Con el paso del tiempo se cicatriza (la herida) y para poder sacar de nuevo, lleva una operación bastante complicada”, declaró para ABC TV.
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Pocos donantes para niños
En otro momento, la profesional contó que es muy difícil acceder a donación de órganos de niños y adolescentes, pues muchos padres son reacios a acceder.
“Los donantes menores de 18 años son muy escasos, porque depende de la voluntad de los padres. Si bien es una decisión muy difícil de tomar, en un momento de duelo, es importante de que la ciudadanía sea consciente y sea empática con la donación de órganos, porque nadie puede escoger de qué lado de la historia le tocará estar, si del lado del donante o del lado del que necesite un donante para seguir con vida”, planteó.
Finalmente, señaló que la gente debe comprender que este acto altruista y de amor, junto con el trabajo médico y científico, permitirá que un niño pueda vivir o mejorar su calidad de vida.
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