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La situación del río Paraguay es alarmante; la prolongada sequía que afecta a la cuenca alta en la zona de Mato Grosso do Sul, Brasil, provoca un descenso acelerado de su nivel. En solo dos días bajó 20 centímetros, según el monitoreo realizado en el puerto de Pilar, donde esta mañana se registró una altura de apenas 0,49 m, igualando el récord histórico producido el 6 de octubre de 1944.
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El ingeniero Diego Gómez, de la empresa CTC, que monitorea permanentemente la desembocadura del arroyo Ñeembucú, advirtió sobre la gravedad de la situación.
“Este descenso dificulta el paso de las embarcaciones en esta zona, donde ya se observan bancos de arena. Los capitanes deben realizar maniobras complicadas y, en algunos casos, las embarcaciones quedan estancadas”, explicó.
Gómez también señaló que el nivel actual del río alcanzó el récord histórico de bajante registrado el 6 de octubre de 1944.
Impacto en los pescadores
La escasez de peces golpea fuertemente a los pescadores de la zona. Sin carnada ni captura suficiente, muchos apenas logran subsistir.
Clemente Vázquez, pescador de la zona, señaló que la situación por la que atraviesan los pescadores es muy complicada.
“El río está muy bajo, nunca lo vimos así, y lo peor es que no hay carnada ni pescado. Apenas sacamos algo para el puchero”, dijo el pescador.
Bernardo Ledesma, otro pescador que bajaba cabizbajo de su canoa, se quedó de la falta de apoyo del Gobierno Central, departamental, municipal y de la Entidad Binacional Yacyretá.
“Desde que Peña asumió no hemos recibido ninguna ayuda y ahora necesitamos que nos ayuden con algo, porque ndaipóri la pira (no hay pescado)”, expresó.
Ledesma también lamentó el impacto de la bajante en su actividad. “Ore perjudicá tuicha la y oguejy (nos perjudica mucho la bajante del río)”, enfatizó.
La falta de peces en el río Paraguay no solo afecta a los pescadores, sino que también disparó los precios del pescado en los comercios de Pilar y sus alrededores, agravando aún más la situación económica de los pescadores y acopiadores.