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La directiva fue emitida por el gabinete de la Intendencia Municipal, argumentando que la presencia de vendedores en las veredas y zonas de estacionamiento dificultan el tránsito y genera inconvenientes tanto para los conductores como para los vecinos. Sin embargo, la medida no fue bien recibida por los vendedores.
Algunos de ellos si acataron la ordenanza municipal que prohíbe la ocupación de las calles, pero otros se resistieron a abandonar el lugar, manifestando que la venta en esa ubicación es su única fuente de ingresos.
Postura de los Vendedores
Los vendedores que se negaron a desalojar las calles sostienen que no tienen otra opción para subsistir. Según comentaron, la mayoría de ellos apenas logra reunir 5.000 guaraníes por producto o menos, vendiendo pollos caseros, aceite, choclo, entre otros. Estos alegan que si son obligados a reubicarse dentro del mercado, sus ventas se verían drásticamente reducidas, ya que los clientes prefieren comprar en la calle antes que ingresar al mercado.
Respuesta de la Municipalidad
Por su parte, el director de mercados, Tomás Servín, explicó en conversación con ABC Color que la Municipalidad ha mantenido reuniones constantes con los vendedores informales, ofreciéndoles la posibilidad de ingresar al predio del mercado municipal, donde se les asignaría un espacio adecuado para la venta.
Según el director, muchos vendedores se rehúsan a esta alternativa, argumentando que prefieren seguir en las calles, donde aseguran tener más ventas, incluso sugiriendo reducir el tamaño de sus mesas o moverse más cerca de la acera para no entorpecer el tránsito.
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El operativo de despeje también contó con la presencia de agentes de la Policía Municipal de Tránsito (PMT), quienes intentaron controlar el caos vehicular que se generó en la zona debido a la aglomeración de personas. Vecinos de la calle Capitán Bado habían presentado previamente una nota de queja a la Municipalidad, denunciando que los vendedores obstruyen el frente de sus viviendas y no dejan espacio para estacionar.
El conflicto entre la Municipalidad y los vendedores informales del Mercado de Luque aun no se resuelve. La falta de consenso entre ambas partes plantea un desafío para las autoridades.