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Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el actual brote de mpox se convirtió en una “emergencia de salud pública de alcance internacional”. De momento, en Paraguay no se registran casos de esta nueva variante; sin embargo, se mantiene la alerta en alto por posibilidad de contagio en otros países de la región.
Al respecto, el doctor Hernán Rodríguez (infectólogo) recordó que cuando se había confirmado esta enfermedad en el territorio nacional se habían superado los 100 casos entre 2022 y 2023.
Asimismo, explicó que la última epidemia -que llegó a Paraguay- había sido generada por la variante “Clado 2″, mientras que la situación epidemiológica actual es causada por una variante de “Clado 1″, es decir, una mutación del virus que causa la zoonosis.
“El patrón de contacto estrecho nos obliga a cambiar nuestro enfoque epidemiológico, sobre todo al hacer la vigilancia. Una persona que está en un lugar del mundo en horas ya puede estar en otro portando un virus como este o cualquier otro; se debe extender también la vigilancia a la población pediátrica”, detalló en comunicación con ABC Cardinal.
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Mpox: síntomas y lactancia
El doctor también recordó que el virus está “presente en las secreciones en general”, ya sea la saliva, leche materna, semen y secreciones vaginales, y su contagio se da por el “contacto estrecho piel con piel”, aunque una vez ingresado el virus al cuerpo no aparecen los síntomas inmediatamente.
En referencia a los síntomas, sostuvo que estos son “inespecíficos”, entre fiebre, dolores musculares, cansancio, fatiga, dolor de espalda -que podrían confundir con otras enfermedades-, aunque también se caracteriza por el aumento del tamaño de los ganglios, algo que puede ser detectado con un examen físico hasta que luego se da la aparición de las lesiones en la piel en el quinto día y ese es el momento en que la mpox es “más contagiosa”.
Por otra parte, en casos de lactancia, si la madre contrae esta enfermedad la recomendación principal es suspenderla, es decir, que no se amamante mientras dure el cuadro, ya que esta sería una forma de contagio hacia el bebé al tratarse de un contacto directo.
“El tratamiento es sintomático y se debe realizar un aislamiento de unas cuatro semanas hasta que caiga la última costra. También puede haber complicaciones en otros órganos”, puntualizó.
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