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Somos de una pequeña comunidad rural, ubicada en la compañía Punta Porã, distante unos 15 kilómetros del centro urbano de General Delgado. Es una zona boscosa, con caminos de tierra, y la escuela más cercana a la nuestra está a 10 kilómetros.
Al privarnos de un rubro para el tercer grado los chicos tendrían que concurrir a esa otra institución educativa más cercana, y trasladarse a pie todos los días, lo cual es imposible, dijo la profesora Mirian Silvero.
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El problema en la escuela comenzó hace ya varios meses, cuando una de las docentes se acogió a la jubilación. Con su retiro se perdieron los dos rubros con los que contaba. Tras largos trámites se logró recuperar uno, pero quedó pendiente el que corresponde al tercer grado de la educación básica.
La escuela tiene un total de 44 alumnos del primero al noveno grado. Todos provienen de familias rurales humildes para quienes trasladarse hasta otra escuela es literalmente imposible, explicó.
Puntualizó la docente que recurrieron a todas las instancias administrativas del sistema educativo sin obtener respuesta. Por esa razón resolvieron salir a las calles a exteriorizar su protesta y hacer público para ver si de esta manera logran sensibilizar a los responsables de la administración del país.
Este es el tercer día de protesta que estamos haciendo y vamos a seguir hasta que nos escuchen, dijo. Cuestionó que los discursos de las autoridades educativas no sintonizan con la realidad que les toca vivir a las escuelas y docentes del interior del país.