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El capitán Cristian Barreto, de la Prefectura Zona Pilar, advirtió sobre las dificultades que enfrentan los navegantes debido a la presencia de bancos de arena, que hacen que el cruce en ciertas áreas sea especialmente peligroso. Detalló que aguas abajo, la zona de Bermejo y Vuelta Queso, son los pasos más complicados para las embarcaciones por la cantidad de bancos de arena.
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“Nuestro río está experimentando una bajante muy pronunciada en esta zona. Actualmente en el puerto de Pilar registramos un nivel hídrico de 0,85 sobre el nivel del mar. Con esos niveles la actividad de la navegación se va restringiendo cada vez mas” explicó.
El capitán Barreto confirmó que la balsa Rafaela dejó de funciona hace dos semanas como consecuencia directa de la bajante del río Paraguay. “La balsa dejó de operar hace dos semanas, pero las lanchas siguen trabajando, es el único medio por ahora que sigue con el cruce transversal”, explicó.
La bajante del río Paraguay y el río Paraná genera preocupación entre las autoridades y los operadores del transporte fluvial, que deben adaptarse a las cambiantes condiciones hídricas para evitar mayores complicaciones.
Embarcaciones atracan en Puerto de Pilar
Ante esta situación varias embarcaciones están atracados en el puerto de Pilar, aprovechando las ventajas que ofrece el puerto de aguas profundas en la zona.
El administrador de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), Andrés Bottino, indicó que el puerto está registrando un movimiento considerable, ya que muchas embarcaciones pueden llegar al lugar sin mayores inconvenientes.
“Estamos atravesando una situación bastante crítica debido a la bajante del río, pero al mismo tiempo nosotros estamos operando aquí en el puerto de Pilar. Contamos con personal muy capacitado para la actividad operativa y también empezamos a tener mucha consultas sobre nuestra operatividad”, señaló.
“La ventaja es que nosotros tenemos el puerto de aguas profundas, hasta aquí las embarcaciones llegan sin problemas. Ahora mismo tenemos en operación dos embarcaciones, una embarcación con minerales y otra con contenedores”, precisó.
La operatividad en el Puerto de Pilar generó un incesante movimiento de camiones de gran porte con el transporte de contenedores. Al mismo tiempo tiene un impacto positivo en materia económica en la zona.