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El tema de “Liderazgo juvenil” estuvo a cargo del disertante ingeniero Marcos Aponte. El evento fue organizado por la parroquia Catedral Inmaculada Concepción de María. El párroco dio la bienvenida agradeciendo a los jóvenes por decir si al llamado de Dios y permitir descubrir lo que quiere de cada uno de ellos.
El disertante Aponte resaltó que en el Año de la Oración, Dios invita estar a solas con aquel que nos ama. Señaló a los jóvenes que la participación en la jornada de formación no es una casualidad, sino que fueron llamados por Dios para que descubran su liderazgo.
Destacó que líder es aquel joven llamado en la iglesia para asumir el servicio de motivar, integrar y ayudar a crecer a otros jóvenes en el proceso comunitario. Además de animar, de ver, entender, relacionarse y de vivir la vida grupal. “Es dar alma, ánimo y vida”, indicó.
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Para dicho servicio, Dios hizo un llamado al que acudieron 25 jóvenes para que sean formados a ser líderes católicos, que sirvan de guía a otros jóvenes, dijo en otro momento y agregó que todos ellos están siendo acompañados en la etapa de crecimiento personal, en sus procesos de educación en la fe y de integración a la comunidad eclesial.
Jóvenes deben descubrir sus talentos
Los jóvenes fueron instruidos para que sean líderes; ese guía que dirige a los demás hacia el destino del “Reino de Dios”, y lo puedan hacer uniéndose a una Pastoral Juvenil, que sirva a Dios ahí con sus respectivos talentos. Para eso, el disertante Aponte pidió a los adolescentes hacer una pausa en sus redes sociales, para descubrir el talento y que Dios quiere que lo haga de manera sincera, serena y con un corazón agradecido.
El objetivo es que cada joven descubra a qué liderazgo le llama Dios, algunos para el sacerdocio, para la vida religiosa, el matrimonio y también ocuparse cómo vive ese liderazgo. El resultado se consigue con amor y haciendo como hizo Jesús servir y no ser servido.