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El presbítero César Villagra ofició la santa misa dominical en el santuario de Caacupé. Durante su prédica hizo énfasis en que ya no existe el respeto en ningún lugar.
Dijo que hoy en día se necesita un mundo donde haya más respeto para cada uno, en los diferentes lugares de nuestra vida cotidiana como el trabajo, las instituciones educativas y las familias.
Señaló que por esa causa es que muchas generaciones, especialmente la juventud, no logran llevar una vida feliz. Esto debido a que a la sociedad no se puede transformar por un decreto ni imponer un criterio determinado, la gente es como es.
Sin embargo, mencionó que todos desde donde estemos podemos tratar de mejorar lo que nos hace falta y fortalecernos como personas.
“Sabremos cuando Jesús nos habla del Reino de Dios y veremos una perspectiva diferente. Jesús nos dice que la semilla que se esparce es la palabra de Dios, entonces esta semilla se predica, se celebra y se evidencia”, destacó.
No se transforma la paz
“No se transforma así la paz. Nos toca recordar nuestro compromiso bautismal de tal manera que asumamos el compromiso de recibir la palabra de Dios”, expresó el presbítero.
Asimismo, recordó que como el papa Francisco dijo una vez, todos los cristianos están invitados al Reino de Dios, porque Su Reino es horizontal y no pone el acento en la grandeza, sino en la solidaridad.
De esta manera, indicó que para la Iglesia esto significa que dentro de la comunidad cristiana están diversos procesos de crecimiento, los cuales todos siguen. Añadió que es muy importante tener en cuenta y respetar el proceso de crecimiento que tiene cada uno.
“Nosotros no luchamos por un imperio eclesial. Lo que la Iglesia hace es crear una sociedad alternativa en la que todos somos hermanos y vivimos en amor, perdón, misericordia, justicia y el valor que Cristo nos predica”, puntualizó el presbítero César Villagra.
Pese a las lluvias que se registraron en Caacupé, en la basílica se tuvo una importante concurrencia de visitantes. Estuvieron presentes feligreses de Ciudad del Este, Ypané, J. Augusto Saldívar, Limpio, Luque y Caaguazú. La animación de canciones religiosas estuvo a cargo del coro “Clave de fe” de San Lorenzo.
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