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Para el párroco de la parroquia San Blas, de la ciudad de Pilar, el sacerdote Ismael Obregón, la lenta reparación de los caminos de Ñeembucú obedece a que las autoridades contratan los servicios de maquinarias obsoletas que trabajan dos o tres días y se descomponen.
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El párroco mencionó que en todos los lugares donde le toca ir a oficiar la misa, los pobladores le comentan sobre la situación. “Donde voy la gente me dice: ¿Qué vamos a hacer, padre? Vienen las maquinarias, trabajan dos o tres días, se descomponen y las vuelven a llevar. No sabemos si los trabajos van a continuar“, indicó.
El sacerdote Obregón pidió a las autoridades que sean más resolutivas a la hora de reparar los caminos. ”Lo que sé es que ahora están haciendo un trabajo paliativo, pero no un trabajo para solucionar de fondo los problemas. Tienen que ser más resolutivos a la hora de actuar”, señaló.
”Hay muchas necesidades en Ñeembucú. Creo que con esta nueva maquinaria que ha llegado a la Gobernación no va a ser suficiente. Otra vez falta más maquinaria”, expresó.
El sacerdote indicó que la cantidad de lluvias caídas y el raudal rompió todo a su paso. “Llevó el puente, tubos, es impresionante cómo están los caminos. Hasta ahora es un poco difícil llegar a la localidad de Laureles y a Cerrito”, indicó.
“Hay que reconocer que se están haciendo los trabajos, pero muy lento. Se debería tener una planificación, organización y saber adónde quieren llegar también”, explicó.
El sacerdote Obregón es conocido por sus luchas sociales junto al pueblo de San Juan de Ñeembucú. Él mismo había encabezado una manifestación cerrando la ruta PY 04 para reclamar el asfaltado hasta esta localidad, luego de que la ciudad quedara aislada con el nuevo diseño de la ruta PY 04, que fue desviada de su trazado original.
Finalmente, se pudo asfaltar un tramo, pero de hacia la ruta PY 19, quedando nuevamente aisladas comunidades como Estero Camba, San Lorenzo, entre otras compañías vecinas que siguen sufriendo con cada lluvia.