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La primera vista que uno tiene al llegar a la humilde Escuela Básica Nº 5.265 Jesús el Buen Pastor, de la compañía Lemos de Villarrica, es el mal aspecto que tiene el año baño sexado de la institución que se encuentra en deplorables condiciones desde hace varios años tras haberle caído encima un árbol que prácticamente destruyó el techado. Tanto los directivos como los docentes y principalmente los niños urgen la refacción del mismo, mientras tanto se utiliza un precario baño que fue construido por los padres.
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La encargada de despacho de la institución, Rosa Martínez, comentó que hace varios años vienen reclamando la refacción del sanitario ante el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), la Gobernación de Guairá y la Municipalidad local, pero hasta el momento no tienen respuesta favorable.
“Ya hicimos varios pedidos, notas de aquí a allá, en microplanificación y hasta el momento no tenemos respuestas. El baño está en ese estado desde hace varios años y es un peligro constante para los niños porque se está desmoronando poco a poco, las tejas caen y podría ocurrir un accidente”, indicó la responsable de la escuela.
Si bien el sanitario se encuentra clausurado para el uso de los niños, el lugar está siendo utilizado como un depósito para resguardar los productos de limpieza. “Igualmente es un peligro para las limpiadoras, que al final somos nosotros los docentes, porque nosotros limpiamos la escuela a falta de limpiadoras”, explicó.
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Aula como cocina comedor
La encargada de despacho, Rosa Martínez, también indicó que precisan la construcción de una cocina comedor, ya que son beneficiarios del almuerzo escolar con la modalidad de cocinar en la escuela, y a falta de un lugar adecuado, tuvieron que “sacrificar” un aula para convertirla en un comedor.
“Prácticamente somos la única institución de la zona que no tiene cocina comedor y tenemos servicio del almuerzo, tuvimos que convertir un aula en un comedor para que los niños tengan un lugar donde comer. Ya solicitamos en microplanificación, pero aún no hay respuestas”, refirió.
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Falta de mobiliarios
Además de la construcción de un baño moderno y la cocina comedor, la institución también urge de la dotación de nuevos mobiliarios debido a que las sillas y mesas que utilizan son muy antiguos, y en muchas ocasiones los padres de familia o los propios docentes tienen que fungir de carpinteros para repararlas, según contó el profesor Víctor Hugo Soto.
“Casi siempre mi compañera y yo llevamos clavos y martillo para tratar de arreglar algunas sillas que ya están en mal estado, queremos que los niños estén cómodos. Urge mucho la ayuda de parte de los gobernantes para poder mejorar mobiliarios y también el edificio de la institución”, puntualizó.
La escuela Jesús el Buen Pastor está ubicada en la compañía Lemos, a unos 10 kilómetros del casco urbano de Villarrica y 200 metros de la ruta PY08. Cuenta con muchos alumnos del nivel inicial al sexto grado en los turnos mañana y tarde.
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