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El mayor problema en la mayoría de los 16 distritos es el complicado estado de los caminos, que dificulta el tránsito de los habitantes, más aún de los sacrificados docentes que deben sortear diariamente los caminos resbaladizos para llegar a los locales escolares a fin de impartir clases presenciales a los alumnos. Las clases virtuales son prácticamente imposibles debido a la baja cobertura de Internet.
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Es el caso de la profesora Davis Pino Sotelo, quien debe recorrer 30 kilómetros en condiciones totalmente adversas para llegar a la Escuela Básica N° 5654 Santa Ana de la compañía Paso Pé del distrito de Laureles.
La docente indicó que la vida en esta zona es muy sacrificada y señaló que en el lugar no cuentan con puesto de salud, lo que complica aún más las condiciones de supervivencia de los habitantes.
En el departamento del Ñeembucú varios docentes viajan varios kilómetros en motocicleta, desafiando el mal estado de los caminos, pero con el compromiso de enseñar a los alumnos.
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La inaccesibilidad también impide el transporte de personas y todo tipo de mercaderías, con lo que se agrava la situación económica de las comunidades en las que perdieron cultivos y poco a poco van muriendo animales vacunos.
A dos meses de la inundación
La situación del departamento del Ñeembucú comenzó a deteriorarse gravemente a principios de abril de 2024 debido a continuas y copiosas lluvias que provocaron la crecida de esteros y arroyos de la zona. Las precipitaciones resultaron en anegaciones de extensos territorios de zonas rurales como urbanas.
La inundación causó serios daños en la infraestructura vial, cultivos agrícolas de autoconsumo y renta, viviendas y en la actividad económica del departamento.
El 13 de mayo del año 2024, el Presidente de la República Santiago Peña promulgó la Ley N° 7273 que declara en Estado de Emergencia al departamento de Ñeembucú, reconociendo la magnitud del desastre y la necesidad de una respuesta rápida y efectiva.
Esta ley fue diseñada para que instituciones como el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Mades, Gobernación de Ñeembucú a destinar los recursos presupuestarios necesarios para mitigar los efectos de las inundaciones en todo el departamento, resguardar a la población afectada e iniciar programas tendientes a la recuperación de sus medios de vida.
“Establécese que el Banco Central del Paraguay, el Banco Nacional de Fomento y el Instituto Nacional de Cooperativismo, dentro de sus facultades, dispongan como medida excepcional durante la vigencia de la declaración de emergencia, la refinanciación o reestructuración de deudas contraídas (capital e intereses), con entidades financieras y cooperativas, que no puedan ser honradas por la pérdida de la producción como consecuencia de los efectos ocasionados por la inundación, a favor de los habitantes del departamento Ñeembucú”, expresa una parte de la legislación.
Añade, en otro articulado: “Dispóngase al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) a realizar un plan de manejo de los recursos hídricos en armonía con los humedales del departamento Ñeembucú.
Sin embargo, hasta ahora los recursos comprometidos no llegaron de manera efectiva a los pobladores de Ñeembucú que constantemente claman por ayuda, mientras, se agrava la crisis en la que están sumidos.
Sin combustibles
“Estamos tratando de recuperar los caminos que conectan al microcentro del distrito de Guazucuá con la compañía Potrero Esteche. Estamos esperando que baje el agua para trabajar con maquinaria. También hay otros casos cercanos a la zona urbana de Guazucuá, como Potrero Guyra’i, donde hicimos un pequeño levantamiento de terraplén y en Lomas Cue”, indicó el intendente del municipio, Eutilio Riveros (PLRA).
“Estamos viendo cómo recuperar el estado de los caminos porque el agua baja muy lentamente. Por suerte no tenemos lluvias en estos días”, precisó.
El ejecutivo municipal señaló que están extremando los recursos para seguir apoyando a las familias afectadas. Mencionó que la semana pasada solicitó más kits de alimentos al ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Arsenio Zárate, pero que no obtuvo respuesta.
El intendente de Guazucuá se quejó de que la maquinaria enviada por el MOPC a la compañía Potrero Pirú, y en Montuoso Costa no trabaja por falta de combustible. “Nosotros colaboramos, enviamos combustibles, pero las maquinarias no trabajan supuestamente por falta de combustibles, realmente nos sabemos qué está pasando”, precisó.
Economía estancada
Debido a la inundación, la economía de Ñeembucú se ha visto seriamente afectada. Uno de los sectores más golpeados es la ganadería, con alta mortandad de ganado vacuno debido a la falta de pasto y al estrés provocado por las condiciones climáticas extremas en los animales.
Asimismo, en la agricultura se produjeron pérdidas importantes, con cultivos destruidos por el exceso de agua, lo que ha llevado a una disminución en la producción de alimentos y en los ingresos de las familias rurales.
Pedro Riveros, presidente de la Asociación de Comerciantes de Pilar, indicó que la economía se estancó en la ciudad de Pilar. “No hay circulante, la inundación empeoró la situación, la economía está estancada con tendencia a empeorar”, indicó.
Sobre la difícil situación que atraviesa los pobladores en el departamento de Ñeembucú y ante el reclamo generalizado por la falta de asistencia en alimentos y arreglos de caminos, intentamos hablar vía telefónica con el vicepresidente de la República Pedro Alliana, pero no atendió nuestras llamadas.
También intentamos contactar con el gobernador del Ñeembucú, Víctor Hugo Fornerón (ANR) y tampoco atendió nuestra llamada.
El coordinador de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), sede Pilar, Emmanuel Cuevas, señaló que brindará declaraciones a la prensa luego de mantener una reunión con el gobernador, Víctor Hugo Fornerón, y la presidenta del Consejo de Intendentes, Eusebia (Marilú) Musa (ANR), para coordinar los trabajos de ayuda a las familias afectadas.
También intentamos hablar con los ministros de la SEN y del MOPC, Arsenio Ramón Zárate y Claudia Centurión, respectivamente, pero tampoco contestaron nuestras llamadas telefónicas.
Estamos abiertos en caso de que deseen referirse a la difícil situación que atraviesa la población del duodécimo departamento, azotada por las inundaciones generadas por continuas lluvias.