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SAN IGNACIO, Misiones (Por Jesús Riveros, corresponsal). La procesión se inició en la Gloria de Tañarandy, desde donde se recorrió por el Yvaga Rapé iluminando en todo el trayecto con candiles y antorchas hasta la Barraca, donde se pudieron apreciar los cuadros vivientes de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Con la asistencia de miles de personas que llegaron desde diferentes puntos del país y del extranjero en Tañarandy se pudo vivenciar y admirar la conjugación de la religiosidad popular, el arte y la tradición.
Tras la puesta del sol a las 17:30 se inició la procesión de la Virgen Dolorosa por el Yvaga Rapé, acompañada de los cánticos de los estacioneros. El recorrido con la imagen de la Dolorosa fue de aproximadamente dos kilómetros, trayecto iluminado por más de 20.000 candiles hechos de apepú y 2.000 antorchas, que daban un colorido especial al evento.
En la Barraca la imagen fue alzada en medio del retablo hecho por el artista plástico ignaciano, Koki Ruiz. Tras la puesta de la Virgen en el retablo se dio la presentación de los cuadros vivientes que recrearon las obras de los más reconocidos artistas universales.
En ellos se podían apreciar: La Última Cena, de Leonardo Da Vinci; El Descenso de Cristo de la Cruz, obra de Roger Van der Weyden; La Piedad, de Miguel Ángel, entre otros cuadros.
Las estatuas humanas fueron representadas por integrantes de grupos teatrales del interior del país, como el de la comunidad anfitriona, de Cordillera e Itapúa (Encarnación). Colaboraron voluntarios de Asunción.
Koki Ruiz destacó el éxito del acto religioso y cultural de Tañarandy. Cerca de 30 mil almas pudieron apreciar en la Barraca de Tañarandy la majestuosidad de la conjugación entre religiosidad popular, arte y tradición.