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Como parte de esta campaña, “más luces, menos ruido”, en el marco de las celebraciones por Navidad, desde TEA Py explican a través de sus redes sociales que las fuertes explosiones, como las que ocasionan los artefactos de pirotecnia, afectan a ancianos, bebés, niños, a personas con autismo, a los animales y al medio ambiente.
Los cebollones y otras bombas, a personas con autismo les genera estrés, llanto, incluso pueden convulsionar, autolesionarse o lesionar a otros, advierten.
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Por esta razón, la organización propone el uso de luces, destellos de colores, para celebrar la Nochebuena, la Navidad y el Año Nuevo. También recuerdan que las familias que tienen miembros con autismo, utilizan el color azul en las decoraciones de sus puertas, a modo que la comunidad sepa que debe evitar la explosión de petardos alrededor.
Navidad sin bombas, sin lesiones ni quemaduras
Por otro lado, el Ministerio de Salud insiste en su campaña “sin bombas ni bombitas, sin lesiones ni quemaduras”, contra el uso de pirotecnia y explosivos por parte de niños, recordando que también está prohibido venderles y suministrarles petardos.
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El 65% de los pacientes atendidos en el Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer) son niños, menores de edad, según datos oficiales.