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La declaración testimonial a través de la Cámara Gesell de las hermanas, de 12 y 16 años, que denunciaron al cantante Pablo Benegas, se realizó en carácter de anticipo jurisdiccional de prueba, por lo que no deberá repetirse nuevamente en un eventual juicio.
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La diligencia fue autorizada por la jueza penal de garantías Cynthia Lovera a pedido de la fiscala Claudia Aguilera. Aguilera había solicitado la realización del procedimiento teniendo en cuenta que las menores de edad fueron víctimas de un hecho punible de carácter sexual y “a los efectos de evitar la revictimización de las mismas”.
La representante del Ministerio Público participó en la audiencia, al igual que la defensora de la Niñez y la Adolescencia Luz Chávez y el defensor del cantante, Guillermo Duarte Cacavelos.
El propio Benegas fue trasladado hasta la capital esta mañana desde la penitenciaría Regional de Emboscada padre Juan de la Vega, para participar en la diligencia. El cantante, procesado por supuesto abuso sexual en niños y abuso en personas indefensas, tiene prisión preventiva desde el 16 de noviembre último.
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Al término de las declaraciones, que tuvieron una duración de aproximadamente dos horas, la jueza Lovera se excusó de proporcionar detalles sobre el relato de las niñas, para no afectar la investigación en curso.
“En el transcurso de dos horas se ha tomado las dos declaraciones de las menores. (...) Las pruebas las están haciendo el Ministerio Público. Yo solamente puedo decirte que en la semana se llevó a cabo la orden de extración de datos de los aparatos celulares y creo que tenía computadora del lugar de los hechos, y eso se hizo por orden del juzgado. Les di 20 días para que se remita el informe de esas pericias”, explicó la magistrada.
La entrevista en Cámara Gesell busca evitar revictimización
Señaló además la fiscala que esta diligencia podría “eventualmente causar a la niña y a la adolescente secuelas psíquicas o psicológicas, al verse estas obligadas a rememorar una situación en extremo traumáticas, no se debe olvidar que el supuesto autor es una persona pública y las mismas son niñas en condición vulnerable, ya víctimas con anterioridad de otros hechos punibles”.
La Cámara Gesell está conformada por dos habitaciones contiguas, separadas por un vidrio que permite la visión unidireccional de un salón a otro. La que está destinada a la entrevista entre la víctima y la sicóloga tiene cámaras de video de alta fidelidad, que permite a los observadores, desde la otra sala, acompañar el acto.
Como se trata de un método para evitar la revictimización de la persona que ha pasado por una situación traumática, no se realiza un interrogatorio propiamente dicho, sino que la sicóloga utiliza los conocimientos de su especialidad para extraer la información necesaria, en una aparente conversación informal con la víctima.
En determinados momentos de la charla, la profesional acude a la sala contigua, donde recibe indicaciones de las partes sobre las cuestiones que desean saber, para luego replantearlas a la víctima.
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Denuncia, allanamiento y detención
El cantante fue detenido en el marco de una investigación iniciada a partir de una denuncia realizada el pasado 10 de noviembre por personal de blanco del Hospital de Barrio Obrero, hasta donde dos niñas de 12 y 16 años fueron llevadas para atención médica y quedaron internadas.
Las víctimas relataron los abusos sufridos a una profesora del Centro Comunitario Chacarita, que buscó ayuda.
Una vez inspeccionadas en el centro asistencial, los médicos constataron que la niña de 12 años tenía cocaína y tranquilizante en su organismo, por lo que inmediatamente se dio aviso al Ministerio Público.
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El fiscal Luis Chamorro, quien se encontraba de turno cuando se recibió la denuncia, realizó una serie de diligencias investigativas iniciales, entre ellas el allanamiento a la casa indicada por las víctimas, ubicada en Colón casi Piribebuy, que resultó ser el domicilio de Benegas.
De este lugar fueron incautadas cámaras de filmación, aparatos celulares, seis pendrives, un iPad, una computadora, que son actualmente objeto de peritaje.
En la ocasión, los intervinientes requisaron además objetos eróticos, lencerías varias y presunta cocaína y medicamentos.