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El presbítero Blas Arévalos es administrador apostólico ante la vacancia de un obispo ordinario en la diócesis de Villarrica. El sacerdote predicó en la santa misa del segundo día del novenario de la Virgen de Caacupé. En su homilía pidió erradicar la pobreza y dijo que, mediante Cristo vivo en el corazón, “también debemos defender la familia, la identidad de lo femenino y masculino que somos al nacer, así como ha querido nuestro Creador”.
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La misa fue presidida por el obispo de Caacupé, Mons. Ricardo Valenzuela, en tanto que la predicación estuvo a cargo del Pbro. Arévalos.
El sacerdote criticó la realidad que se vive en nuestro país. “Hay hambre y sed de una vida digna. Muchas familias tienen que dedicar gran parte de su tiempo y energía para conseguir una alimentación deficiente e insuficiente. Nuestra Iglesia debe profundizar su compromiso en la erradicación de la pobreza”, resaltó.
Así también, indicó que todos tendrían que acceder a la comida festiva y a la reunión significativa que representa la Eucaristía.
Adoración eucarística
El presbítero Arévalos reflexionó igualmente sobre la necesidad de fomentar la adoración eucarística fuera de la misa.
“Muchas comunidades incluso ofrecen momentos de adoración donde los fieles pueden pasar tiempo en silencio ante el Santísimo Sacramento, fortaleciendo así su relación personal con Cristo”, dijo.
Indicó que por eso hay que proporcionar una catequesis continua sobre la Eucaristía para profundizar de esa manera la comprensión de los fieles sobre este sacramento. “Esto puede incluir estudios bíblicos, charlas pastorales y materiales educativos que ayuden a la comunidad a crecer en su fe eucarística”, explicó.
En otro momento, resaltó la importancia de la meditación. “Meditamos las Escrituras para conocer el resplandor de la gloria de Dios, que Él nos reveló en su vida concreta, en sus palabras, en sus acciones, en la gran gesta de su Pasión, Muerte y Resurrección. El verdadero Jesús, Hijo de Dios, hombre de carne y hueso, de discernimiento, decisiones, oración, amor apasionado al Padre y a la humanidad, viene a nuestro encuentro en la Eucaristía”, resaltó.
Seguidamente, sostuvo que la liturgia del Cuerpo de Cristo y la Iglesia son inseparables del servicio en la vida cotidiana y en la acción social.
Esta tarde, a las 19:00, la misa estará presidida por Mons. Francisco Pistilli, obispo de la diócesis de Encarnación.