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La misa del cuerpo presente fue presidida por el Obispo de la ciudad de San Lorenzo, Mons. Joaquín Robledo, quien al término del solemne acto recordó cómo fue el “pa´í Velasco”. En nombre de la Iglesia Católica agradeció los años de evangelización que dedicó el presbítero a la ciudad de Capiatá.
“Quien lo conoció, y sé que ustedes lo conocieron mejor que yo, saben cómo fue”, dijo Robledo. “Se entregó al pueblo de Capiatá, él amó la ciudad de Capiatá, eso siempre me dijo. Ayudó a tantas personas, las personas que necesitan, creando comedores y alimentando a los necesitados. Apostó por la educación, dignificó la imagen de las personas, fue un gran servidor”, manifestó Robledo minutos antes de que fuera sepultado.
La secretaria del padre Velasco, la Sra. Tomasa Benítez, agradeció a todos los presentes, y rememoró las enseñanzas que dejó el presbítero, e invitó al pueblo capiateño a continuar con todas las enseñanzas, y sobre todo a no decaer en las luchas sociales que llevaba adelante el cura.
“Él nos pidió siempre trabajar, trabajar, y trabajar. Siempre daba las gracias por todo. Fue un ejemplo a seguir. Una gran persona. No lo vamos a olvidar, y seguiremos trabajando porque hay mucho por hacer por la ciudad”, expresó la colaboradora más cercana del padre Velasco.
Fue sepultado en la Iglesia
Tras una reunión que mantuvo el obispo de San Lorenzo, Mons. Joaquín Robledo con otros sacerdotes y colaboradores del padre Velasco García, se decidió que los restos del presbítero puedan descansar dentro de la Iglesia, frente a la Virgen de la Candelaria en el ala derecha del templo. Esto porque había sido un pedido de pa´í Velasco, y respetar su decisión.
Luego de la ceremonia de hoy, los sacerdotes cargaron a pulso al padre Velasco, y lo acercaron hasta su última morada. En ese momento los fieles rompieron en llanto, mientras que otros agradecieron que haya pisado las tierras de Capiatá. “Gracias por todas tus enseñanzas”, “no te olvidaremos”, rezaron algunas frases al tiempo de despedirlo con pañuelos, globos, y rosas blancas.
Su servicio a la comunidad de Capiatá
No hay un capiateño que no haya sido influenciado por el pa´í Velasco. Su entereza, valentía para enfrentarse a muchas luchas sociales, y la dedicación a la formación, hizo que trascendiera en todos los pobladores de la ciudad, y sea tomado como ejemplo en las 54 comunidades.
Formó a niños, jóvenes, en la escuela y colegio parroquial. Además de habilitar un instituto de formación docente, del que muchos egresados siguen formando a los estudiantes de las dos instituciones de la casa parroquial. Instó a todos a estudiar y capacitarse siempre.
Habilitó talleres de costura, panadería, pintura, y un sinfín de talleres a los que eran invitados los estudiantes durante el paso por las dos instituciones que dirigió. Formó a muchas personas en el mundo de la comunicación con la habilitación de una radio comunitaria, y el Semanario “Virgen de la Candelaria”.
Lo mencionado, son algunas de las grandes obras que dejó el padre Velasco. Sin embargo, de todo lo que sembró, lo más importante fue la entrega a su pueblo de Capiatá, y eso se vivió durante la última acogida en el templo que quedó repleto por dentro, y también en los corredores. Porque para los capiateños el padre Velasco fue uno, pero estuvo presente en todos.