Cargando...
Las historias de las tragedias ocurridas tanto en la discoteca Cromañón en Argentina, como en el supermercado del Ycuá Bolaños en Paraguay, están conectadas en la solidaridad y la lucha por la memoria y la vida, según la coordinadora de familiares y víctimas, del caso nacional.
Por esta conexión con sus pares argentinos y argentinas invitaron al embajador de la República Argentina, Domingo Peppo a que visite el memorial ubicado sobre las avenidas Artigas y Sacramento de nuestra capital.
Esta mañana, los familiares recibieron al diplomático y le entregaron una carta de parte de la coordinadora en la que solicita, que por intermedio de Peppo, se acerque la preocupación al gobierno argentino, y exhortó a que realice las gestiones pertinentes a fin de que se materialice la Ley 27.695 que establece la expropiación del local de la exdiscoteca Cromañón.
Lea más: Cromañón: paraguayos en la noche más triste
Comentan que a casi un año de existencia, aún no se cuenta con un decreto reglamentario aprobado. Instan a que cuando se concrete, Argentina garantice la participación de las organizaciones de víctimas, sobrevivientes y familiares.
“Creemos que, con la aprobación de la reglamentación necesaria, que contemple explícitamente la participación activa de las organizaciones de familiares y sobrevivientes podrán darse los primeros pasos rumbo a la concreción del espacio de memoria”, resaltaron.
Mantener la memoria viva
De acuerdo a lo que indican, las organizaciones de sobrevivientes y de familiares de víctimas tienen como uno de los objetivos centrales la reivindicación y lucha por la memoria colectiva y participativa.
Esto implica mantener la infraestructura donde sucedieron los hechos, como espacios concretos que sirva junto con archivos documentales, fotografías y testimonios de personas directamente involucradas, para enseñar y posibilitar aprendizajes por el “nunca más”, refirieron.
En Paraguay gracias a la Ley 4097/2010 de expropiación, se logró el diseño, la construcción y la inauguración del “Sitio de Memoria y Centro Cultural 1 A” con plena presencia y participación en todo el proceso, de organizaciones de víctimas, sobrevivientes y familiares.
Se garantizaron estas acciones, mediante un decreto reglamentario, que además permite que las organizaciones sean parte de un Consejo para la Gestión del Sitio.