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Después de las publicaciones de ABC Color en las que se hace mención al total descontrol que existe en el mercado de los cigarrillos electrónicos, finalmente, Dinavisa presentó una denuncia formal ante la Fiscalía respecto a esta situación.
El pasado 31 de agosto, esta dirección, dependiente del Ministerio de Salud, presentó una denuncia ante la Unidad de Hechos Punibles de Contrabando, de la Fiscalía.
En el documento se hace un pequeño relato sobre la proliferación de cigarrillos electrónicos, vapeadores, pods, o equipos similares, que no tienen registros sanitarios pero que se venden en cualquier comercio del país, sin ningún problema.
La denuncia está firmada por el doctor Jorge Iliou, en su carácter de director nacional interino de Dinavisa, y la doctora Myriam Osorio, directora de denuncias e Intervenciones.
Ingreso y venta
Según el documento, Dinavisa confirmó la comercialización de estos vapeadores ilegales en comercios “exclusivos”, centros comerciales, estaciones de servicios, en el Mercado Municipal N° 4, en el Mercado de San Lorenzo y en “distintos puntos del departamento Central”, menciona el escrito.
La denuncia refiere que hay varias irregularidades en el comercio de estos productos.
Primero, hace referencia a que ingresan sin tener los permisos sanitarios correspondientes, que debe otorgar Dinavisa, y segundo, que se venden en comercios que no están habilitados para el efecto.
Actualmente, la resolución N° 153/2021 de Dinavisa regula el ingreso y la venta de estos productos. Uno de los requisitos fundamentales para que se puedan importar estos vapeadores es que tengan, como máximo, 20 mg/Lm (2%) de nicotina en su carga líquida.
Sin embargo, lo que ha detectado Dinavisa es que miles de estos productos se venden con 5% de nicotina, que figura, incluso, en la propia caja de estos cigarrillos electrónicos.
El escrito de Dinavisa señala que, ante las evidencias mostradas, existen indicios más que suficientes para que el Ministerio Público inicie una investigación de manera urgente.
Peligro para la salud
Desde el Ministerio de Salud califican al cigarrillo electrónico como un riesgo para la salud de las personas, sobre todo, ante la proliferación de aquellos que no están regulados, cuyo contenido se desconoce.
Un sistema sin trazabilidad
Datos de la entonces Dirección Nacional de Aduanas (DNA) indican que entre enero de 2022 y junio de 2023 se importaron 1.572.959 vapeadores, según la partida arancelaria que corresponde a este producto. Sin embargo, existiría una cantidad mucho mayor en el ingreso de estos productos a través de otras partidas arancelarias. Todas las importaciones no tienen un sistema de trazabilidad. Es decir, no se puede saber el origen y determinar a qué comercio llega para su venta al público. Esto podría explicar la presencia de miles de vapeadores que tienen, en plena cajetilla, la inscripción de un porcentaje de nicotina superior a lo permitido en la reglamentación sanitaria del país.
Hasta 500 vapeadores incautan en colegios
Entre 400 y 500 vapeadores son incautados cada año en diferentes colegios del país, según el presidente del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi), Miguel Marecos.
Lamentó que algunos padres tomen con gracia estas incautaciones y resaltó que hace unos días un estudiante se intoxicó al fumar estos aparatos electrónicos.
Marecos, a través de sus redes sociales, hizo un llamamiento a los padres y a las autoridades nacionales. “Más de 400 vapeadores por año se les quita a los alumnos en los colegios del país y lo triste es que se le llama a los padres para entregarles y algunos se ríen y le dicen al director que guarden nomás en la institución. ¿Qué hacemos familia? ¿Qué hacemos MEC? ¡Estas son evidencias!”, denunció Marecos.
El pasado lunes 28 de agosto, un alumno de 17 años, de un colegio de Asunción, terminó hospitalizado luego de quedar intoxicado tras “vapear” en plena aula. Sus familiares tuvieron que auxiliarlo.
El estudio toxicológico que se le practicó en el hospital determinó que el estudiante tenía registro de haber ingerido marihuana y benzodiacepinas, en niveles considerables, lo suficiente para ser perjudicial para el organismo humano.
El caso del estudiante que se desvaneció tras “vapear” disparó las alarmas. El tema no es nuevo, según Marecos, quien habló con directores de instituciones educativas quienes confirmaron que los padres no toman en serio este tema.
Según Marecos, es urgente que las instituciones del Estado tomen intervención y se organicen charlas con los padres, con los alumnos y con los encargados de escuelas y colegios sobre esta problemática.