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El suboficial inspector Benito Javier Báez Figueredo, de 39 años, fue asesinado por un adolescente de 17 años el domingo pasado, luego de ser atacado a balazos cuando -fuera de servicio- se retiraba de una cancha ubicada en el barrio Cateura donde se disputaba un juego de fútbol femenino.
El adolescente será juzgado como tal, a pesar de que la próxima semana cumple la mayoría de edad, por lo que se expone a 8 años de prisión, según explicó el fiscal interviniente, Marcial Machado.
“Él cumple 18 años el próximo 8 de septiembre, pero por este caso se le va a juzgar como adolescente, eso es categórico, y la pena máxima es de 8 años”, dijo.
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Al detenido tampoco se le puede imponer medidas de seguridad, que podrían aumentar sus años en prisión, según acotó.
Revisión de legislación en casos de adolescentes que son autores
El fiscal, en ese sentido, afirmó que se debe realizar una revisión de la legislación vigente, considerando los factores que influyen en este tipo de casos.
“Amerita ya una revisión (de la legislación), les tiene que llamar la atención a los legisladores este tema. Estas personas son reclutadas aprovechando la extrema pobreza y la vulnerabilidad en la que viven. Les utilizan para cometer estos hechos sabiendo bien que la pena es de 8 años”, mencionó.
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Los investigadores de la Policía presumen que su muerte fue como venganza, ya que el agente participó de varios procedimientos exitosos contra el microtráfico y crimen organizado en la zona de Cateura, entre ellos contra el clan Ledesma.
El adolescente presuntamente actuó bajo la orden del líder de dicho clan, Pedro David Ledesma Aguilar, quien habría pedido la cabeza del agente policial debido a que este conocía a todos los miembros de la organización criminal y estaba ayudando para la captura de los principales líderes.