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La doctora Susana Barreto, especialista en nefrología, advirtió que en los cultivos de trigo se está utilizando una sustancia que es peligrosa, denominada glufocinato de amonio.
El químico en cuestión, según la facultativa, hace que el trigo tenga dos genes. “Uno tiene un gen de girasol, para que el trigo sea resistente a la sequía. Ese no es el problema más grave, aunque igual es extraño que pongan un gen diferente. El otro gen que le pusieron es un hongo de la tierra que es resistente.
Tóxico sería “rentable”
Según la profesional, el glufocinato de amonio se utiliza para matar todas las demás hierbas, pero al trigo no le hace ningún daño.
Según dijo la médica en entrevista con ABC Color, la razón para utilizar esta sustancia sería la rentabilidad por metro cuadrado que esperan obtener del trigo.
La médica alertó que ya en el año 2013 la Unión Europea había suspendido el uso del glufocinato de amonio porque tenía dos efectos tóxicos. “Uno es neurotóxico y el otro tiene efecto sobre abejas e insectos, queda como residuo en el agua y mata estos animales. Pero el problema no es que mate a las abejas solamente; este tóxico permanece en el trigo mismo. Hay restos de esta sustancia cuando hacemos harinas, y se acumularán en el organismo”, advirtió la galena.
Toxicidad aguda y crónica
La doctora explicó que hay dos tipos de toxicidad, la aguda y la crónica.
“La crónica es cuando por tomar el agua o alimentos con tóxicos se nos producen alteraciones en el organismo. En el caso del glufocinato de amonio, puede producir mutaciones que a la larga lleven al cáncer”, señaló.
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Alteraciones que puede producir la sustancia
“Además producen alternaciones a nivel del sistema nervioso central. Se ha comprobado en ratas que puede darse autismo, se producen alteraciones en espermatozoides y puede producir aborto espontáneo o mala calidad del embrión”, añadió la experta.
Increíblemente, el Glufocinato de amonio, está autorizado por Senave en nuestro país porque está en la categoría tres de la clasificación de la OMS. Es decir, es una sustancia “moderadamente tóxica”.
“La idea es presentarle al ministro de Agricultura documentos científicos que advierten que esto puede ser peligroso para la alimentación”, concluyó la doctora Barreto.