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Ayer, a las 16:00, se llevó a cabo la celebración eucarística de la Solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción, Patrona del Paraguay y Mariscala del Ejército Paraguayo. Fue en la Catedral Metropolitana de Asunción. El cardenal Adalberto Martínez Flores, Arzobispo de Asunción, presidió la misa.
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“El Paraguay y su capital, Asunción, están de fiesta”, dijo Martínez en su homilía. Luego de hablar de María Santísima, el cardenal dijo ante cientos de fieles presentes que: “el Paraguay clama por una sociedad más fraterna, solidaria, justa, equitativa. Una sociedad reconciliada, donde prime el diálogo y la búsqueda de la paz social”.
El cardenal añadió: “En este día en que se inicia un nuevo periodo de gobierno, exhortamos a quienes ocupan cargos de responsabilidad política, social y económica al diálogo social por el bien común”.
Cardenal Adalberto Martínez: el dragón de siete cabezas y los valores morales
Posteriormente, el arzobispo de Asunción afirmó que si no se recuperan los valores morales, hay un “dragón de siete cabezas” que “terminará por devorarnos”. Este se compone de la impunidad, la corrupción, el crimen organizado, la inequidad, la violencia, el hambre de pan, medicamentos y trabajo.
Según el cardenal, hay muchos bautizados de la Iglesia Católica que ahora ocupan cargos de responsabilidad en los Poderes del Estado, en las instituciones públicas, en los gremios empresariales y en diversas asociaciones y empresas de la sociedad civil. “Por el bautismo están llamados a ser fermento del evangelio en esos ambientes, ser sal que impide la corrupción y luz para iluminar y orientar las conciencias y las acciones hacia el bien”, sentenció.
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Adalberto Martínez volvió a reiterar sus palabras dichas en el Te Deum de la mañana, atendiendo que se inicia un nuevo periodo de gobierno. “Exhortamos a quienes ocupan cargos de responsabilidad política, social y económica al diálogo social por el bien común”, dijo.
Cardenal insiste en la independencia de la Justicia
“Necesitamos un pacto social sobre algunos temas esenciales entre los que mencionamos: el fortalecimiento de las instituciones de la República cumpliendo el mandato constitucional de la división de poderes, el equilibrio y el mutuo control; sobre todo, es fundamental salvaguardar la independencia e integridad de la Justicia”, añadió.
En la celebración se contó con la presencia del Arzobispo Emérito de Asunción Monseñor Edmundo Valenzuela. En una procesión llegó la imagen de Nuestra Señora de la Asunción. Fue acompañada por miembros de la Asociación de Jinetes del Paraguay en un recorrido desde el Seminario Metropolitano hasta la Catedral.