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El sistema de salud pública en el departamento de Cordillera no se ajusta a las necesidades de la población. La mayoría de los distritos, con menos de 12.000 habitantes, cuentan con locales sanitarios, pero sin medicamentos ni médicos de guardia. La atención en caso de urgencias queda en manos de auxiliares en enfermería que muchas veces ya no trabajan en horario nocturno.
Uno de los centros de salud más precarios es el de la ciudad de Valenzuela. Esta comunidad, cuya población supera 10.000 habitantes, los servicios se realizan bajo carpas improvisadas en el predio de la casa parroquial San José Esposo. No hay problema en cuanto a plantel de profesionales, sino de falta de comodidad, pues desde hace dos años realizan las atenciones médicas en la intemperie y bajo carpa.
Esta situación preocupa a la ciudadanía porque no solamente sufren los pacientes, sino también los funcionarios que hacen gran esfuerzo para ofrecer buena atención. Debido a las deficiencias en cuanto a infraestructura no se pueden realizar partos ni internaciones y las urgencias son derivadas directamente al Hospital Regional de Caacupé.
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El Hospital Regional de Caacupé cuenta con un predio amplio para atenciones, pero los pacientes tienen prohibido enfermarse a partir de las 17:00 de lunes a viernes y los fines de semana porque no hay médicos de guardia en horario nocturno. Según una denunciante anónima, acudió al centro asistencial de Caacupé con su hermano por un fuerte dolor y no le pudieron atender porque había otro paciente que debían intubar.
Si bien el hospital todos los días registra importante concurrencia, muchas veces la atención es lenta. Las quejas también apuntan a urgencias porque no tiene guardias en horas de la noche y los fines de semana. Los médicos atienden consultas por turno y el promedio de pacientes atendidos por día es 100, de acuerdo con los datos. Fuera del horario, las urgencias quedan a cargo de los licenciados o técnicos.
El Hospital Regional de Caacupé es cabera, por lo que recibe pacientes de los 20 distritos de Cordillera, Ypacaraí y del partamenbto de Caaguazú. Acuden al lugar esperando recibir una buena recepción.
Intentamos comunicarnos con el director del hospital regional, Dr. Luis Gómez, pero no atendió a nuestras llamadas telefónicas. Estamos abiertos en caso de que desee referirse al caso.
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El servicio del Puesto de Salud de la compañía Cabañas también deja mucho que desear, de acuerdo a las quejas de pacientes. El principal inconveniente es la falta de medicamentos, ya que el stock se repone cada dos meses.
Los pacientes que padecen enfermedades crónicas y dependen de la entrega de los remedios de esta institución tienen que rebuscarse en otros lugares e incluso comprar porque ya no se consiguen en los locales sanitarios. Los fármacos que constantemente están en falta son amlodipina, losartán y enalapril.
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De esta manera la población de escasos recursos económicos es la más afectada por el deficiente servicio del sistema de salud Pública, no hay suficientes medicamentos, los profesionales no están en horario extendido.