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Un emotivo día para visitar a las madres. Así lo vivieron familias enteras que transitaron por el Cementerio de Lambaré. La temperatura agradable con buen sol permitió cumplir con esta devoción hacia las madres que descansan en paz.
Llevaron velas, flores -que se encuentran desde G. 10.000 en la entrada- hasta ramos más grandes. Los comerciantes hicieron buen negocio y las visitas llegaron hasta los panteones que limpiaron y aseguraron con candados.
Fueron a visitar a sus muertos a sus grandes amores inolvidables, sin que las dificultades motoras les impidiera el paso con bastones, y llegaron hasta el cementerio.
A las madres que ya no están físicamente, pero que siempre habitan en los corazones les rindieron un tributo con sus oraciones en el que no faltaron las lágrimas.
En algunos panteones los perjudiciales ladrones han roto los vidrios y tirado los crucifijos al suelo. No respetan la última morada ajena, ni les importa el daño cometido.
Abundan las flores de papel o sintéticos, y también las naturales pero en recipientes sin agua, ya que en época de epidemia de chikunguña se debe evitar para que no proliferen los mosquitos.