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La palada inicial de la futura sede del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), obra por la cual el Ministerio de Salud Pública (MSPBS) llegó a pagar G. 12.150.213.482, fue realizada en enero del 2014 por el entonces ministro de Salud, Antonio Barrios, durante el gobierno colorado de Horacio Cartes. En moneda extranjera, el monto pagado es igual a US$ 1.641.920.
La empresa M&T S.A, representada por Julio Mendoza Jampey, fue adjudicada para la construcción del edificio, según consta en la Dirección General de Contrataciones Pública (DGCP), por ₲ 17.100.170.990.
La obra debía culminar en el 2016, empero, está abandonada desde hace mucho tiempo y parte de la infraestructura está “adornada” de malezas, mucha mugre, e incluso fue rapiñada. Habitualmente el lugar sirve además como aguantadero de maleantes y consumidores de estupefacientes.
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Según consta en la página web de la DGCP, la cartera sanitaria realizó 47 pagos a la empresa M&T S.A. desde el 30 de diciembre del 2013 hasta el 6 septiembre del 2018.
Montos que iban desde G. 8.702.610 a G. 3.252.390.340 fueron abonados por Salud Pública pese a que el avance la obra ya tenía problemas un año después de comenzar la edificación, parando completamente en menos de 24 meses.
En septiembre del 2015, el monto inicial pautado en el contrato firmado con M&T S.A. incluso pasó por un reajuste de G. 5.409.682, alegándose una variación sustancial de precios.
En Salud Pública nadie da la cara por edificio abandonado
Consultados sobre el tema, en la cartera sanitaria aseguraron que la obra paró por incumplimiento de contrato y que el mismo está en litigio. Sin embargo, nadie dio oficialmente la cara para explicar en qué situación se encuentra la demanda.
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Laura Bordón, a cargo de la Dirección de Asesoría Jurídica durante este mes, indicó a ABC en un primer momento que facilitarían la información.
Sin embargo, posteriormente Bordón reconoció no poseer los detalles sobre el tema y pidió conversar con Rita Villalba, responsable de la Dirección de Administración y Finanzas. Villalba no se encontraba en la sede del Ministerio de Salud, así como tampoco el doctor Julio Borba, jefe ministerial.
Finalmente, en un escueto mensaje de texto, Gustavo Irala, director de Asesoría Jurídica que está de vacaciones, confirmó a ABC que existe un “litigio en curso en lo civil por la falta de cumplimiento del contrato por parte de la empresa M&T”.
Irala dijo también que existe una “denuncia en lo penal ante el Ministerio Público por la invasión del inmueble”.
“Megaestructura” es un elefante blanco rapiñado y peligroso
La arquitecta Leticia Herreros, responsable de la Dirección de Recursos Físicos de Salud Pública, reconoció a ABC que el sitio fue descuidado y que no es seguro ingresar al lugar por la presencia de malvivientes y adictos a estupefacientes que ocupan el sitio. Aseguró, sin embargo, que un nuevo llamado a licitación está en curso para finalizar la megaobra.
Cuando se le consultó por qué el nuevo llamado ronda los G. 19 mil millones, monto superior al adjudicado inicialmente, la arquitecta respondió que “se debe tener en cuenta que ese monto (G. 17 mil millones) es del 2013; todo tiene incremento”.
Además, luego de haber indicado que la obra fue levantada en más del 60%, Herreros dijo ayer que ese porcentaje ya no debe ser tomado en cuenta, alegando que gran parte de la obra fue rapiñada.
“Ya no se puede considerar ese 60% (en obra levantada) porque se robó, se rapiñó la obra. Se robaron todos los caños, los electroductos, la estructura del techo; todo lo que se podía robar y lo que no también se llevó. Rompieron paredes, contrapiso. Además, por el tiempo de abandono está deteriorado”, dijo.
Agua filtrada, mugre y gente durmiendo en las habitaciones
Un equipo de ABC recorrió la obra de 8.000 m2, ubicada detrás del Hospital Psiquiátrico, sobre las calles Santa Rosa casi Juana de Lara Castro. Se pudo observar el robo de los marcos de madera de casi todas las puertas de la edificación.
También se nota a simple vista la filtración de agua en diversos puntos del edificio, que está rodeado de malezas de hasta 4 metros de altura.
En una de las habitaciones, ABC encontró incluso a un hombre durmiendo en el piso. Bajo los efectos de alguna sustancia, dijo en pocas palabras que habitualmente utiliza el sitio y que más personas duermen regularmente en el lugar.