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Desaparecido desde la madrugada del 6 de noviembre, cuando las cámaras lo filmaron en la puerta del baño de la discoteca Morgan -donde instantes antes había sido golpeado Benjamín Zapag (18), Marcello Fretes (19) se presentó ante la Justicia el jueves 17. Por supuesto, no vestía la camiseta de la Selección Paraguaya de Rugby M20 a rayas rojas y blancas con la que aparecía en la mayoría de las fotos que de él circulaban y tampoco una remera informal, como el otro imputado, Héctor Grau (18).
Un pequeño detalle de color rojo pinchado en la solapa izquierda del saco que llevaba llamó la atención.
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Hace un par de días, la usuaria “@LadyViSoraya_” de Twitter preguntó a los internautas qué sabían del pin rojo en el saco de Fretes.
Muchos reconocieron en el broche el distintivo de la organización paramasónica “DeMolay”, bautizada con el nombre de un caballero templario francés llamado Jaques DeMolay. Este “gran maestro” sufrió persecuciones, prisión, torturas y en 1314 fue quemado vivo en la hoguera frente a la Catedral de Notre Dame.
En busca de un significado para esta elección, hubo quienes lo interpretaron como una forma de conseguir la empatía de funcionarios y autoridades de un Poder Judicial en el que los masones tienen una gran influencia.
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Si de verdad el pin buscaba el objetivo de zafar de alguna medida, al menos a plazo inmediato no surtió efecto.
Los rugbistas Marcello Fretes y Héctor Grau fueron trasladados ese mismo día a la Penitenciaría Nacional de Tacumbú tras ser imputados por lesión grave. Son los principales sospechosos de haber agredido brutalmente a Benjamín.
Ante la gravedad del caso y con la gente señalando hacia la Organización DeMolay, la “Gran Logia Simbólica del Paraguay” reaccionó y compartió un comunicado.
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El pin de Marcello Fretes y la respuesta de los masones
La Gran Logia Simbólica del Paraguay -@granlogiapy en Twitter- posteó un comunicado de la organización DeMolay.
“Estamos totalmente en contra y repudiamos todo tipo de violencia”, dice en su parte principal.
En este comunicado a la opinión pública aseguran que los supuestos agresores que están en una “situación lamentable” no pertenecen a la organización DeMolay. Y agregan que hace más de 100 años ellos “contribuyen a la formación de líderes juveniles y ciudadanos de bien”.
La Orden DeMolay y los masones
La Orden DeMolay, por su parte, se define en su sitio web como una entidad paramasónica, que recibe apoyo de los masones sin que esto implique que los jóvenes integrantes sean masones y que tampoco formar parte de esta organización liga a los miembros a la masonería.
“La Orden DeMolay NO es una cantera de futuros masones”, enfatizaron.
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