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En comunicación con ABC Cardinal este miércoles, Ana Dina Coronel, excoordinadora de Establecimientos de Mujeres del Ministerio de Justicia, volvió a defender la actuación de las autoridades penitenciarias en el marco del escándalo generado la semana pasada por el ingreso a la cárcel Buen Pastor del féretro de Osvaldo Villalba, supuesto líder del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo.
El féretro de Villalba, fallecido en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad pública en Amambay el pasado 23 de octubre, fue trasladado a la penitenciaría de mujeres donde guarda reclusión Carmen Villalba, hermana de Osvaldo y considerada una de los principales líderes del mencionado grupo armado.
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Aunque inicialmente el entonces ministro de Justicia, Édgar Taboada, se negó a dar autorización al ingreso del féretro, finalmente cedió luego de ser alertado por la entonces directora del penal, Marian Vázquez, de la posibilidad de que ocurran incidentes dentro del recinto carcelario si no se daba la autorización.
Coronel dijo desconocer por qué no se autorizó que Carmen Villalba salga del penal para asistir al entierro de su hermano, un permiso que está contemplado para personas privadas de su libertad dentro de la ley, e indicó que la decisión final de permitir el ingreso del féretro se tomó a fin de evitar que pueda haber un incidente debido a que un grupo de alrededor de 70 internas afines a Villalba –de una población total de 430 mujeres en el Buen Pastor– dijeron que se negarían a regresar a sus pabellones si no se permitía a Villalba despedirse de su hermano.
“La situación es como lanzarnos una bomba de tiempo y decirnos: ‘Tenés cinco segundos para desactivar’. Teníamos una situación súper compleja”, dijo Coronel.
Sin embargo, aclaró que Villalba en ningún momento amenazó con un motín ni las mencionadas internas advirtieron con actos de violencia, indicando que la decisión de permitir el ingreso del féretro se tomó para no tener que “usar la fuerza” en caso de que las internas mencionadas siguieran negándose a volver a sus pabellones y que el resto de la población de la cárcel pueda “solidarizarse con sus compañeras”.
“Las consecuencias de que todas se metan podían derivar en costo de vidas humanas”, opinó Coronel.
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La decisión de permitir el ingreso al Buen Pastor del féretro de Osvaldo Villalba resultó en las destituciones del ministro Taboada, de la directora del Buen Pastor y de la propia Coronel de sus respectivos cargos.